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Actualizado: 12 de junio de 2025
Feliciana acogió con agrado esta prudente resolución, y envolvió en su pañuelo la pequeña fortuna, apretándola entre ambas manos con un mohín de mujer hacendosa dispuesta a defender el dinero. Después avanzaron los dos cuesta abajo, en el infernal estrépito del Rastro.
Y vengan a Fulanita elogios desmesurados de Menganito, y vayan a Menganito relaciones minuciosas de los primores que Fulanita ejecuta con la aguja y lo económica y hacendosa que es y lo piadosa y lo limpia.
Ve pensando en establecerte, y si encuentras una muchacha buena, hacendosa y modesta, lo que no es fácil, tampoco será de más que te cases. Para ser comerciante necesitas familia. Adiós, muchacho. Ven a la tarde y haremos juntos las estaciones. El muchacho salió de la casa, llevando sobre sus hombros una verdadera olla de grillos. Era verdad lo que decía el tío: le querían explotar.
Se acordaba de la juventud del gran mago, de su primera mujer, Mina Planer, hacendosa y burguesa, que seguía la carrera de cantante como un oficio, pero que supo facilitar la producción creadora de su esposo defendiéndolo de los acreedores, organizando un hogar modesto que sin ella no habría tenido jamás el gran músico.
No le llegaba a Julián la camisa al cuerpo, temblando que en alguna de estas dependencias recibiese Nucha a boca de jarro, por impensado incidente, la atroz revelación. Y al mismo tiempo, ¿cómo oponerse al útil merodeo del ama de casa hacendosa por sus dominios?
No parece sino que ahora la veo, con aquella cara que del un cabo tenía el sol y del otro la luna; y, sobre todo, hacendosa y amiga de los pobres, por lo que creo que debe de estar su ánima a la hora de ahora gozando de Dios en el otro mundo.
En aquella calle, en una casa chata y vieja, vivía la señora María Suárez, honrada esposa del escudero Melchor Argote, y honrada amiga del prendero Gabriel Cornejo. Cuando Montiño llegó, encontró á la señora María fregoteando, como la mujer más hacendosa del mundo, en la cocina. Buenos días, buenos días, señora dijo el cocinero ; ¿y cómo va por acá? ¡Ah! ¿sois vos, señor Francisco? dijo la vieja.
O, mejor dicho, no: permanecerás en París bajo mi protección, conviviendo conmigo en la intimidad más estrecha. Quiero verte dichoso, casado con una mujer bonita y hacendosa, padre de dos o tres hermosas criaturas. ¡Sonríe, hombre, sonríe! ¡Toma este plato de sopas! ¡Gracias, señor L'Ambert. Guardaos esas sopas; ¿para qué las he de tomar? ¡Hay tanta miseria en el mundo!
Y pensaba en su hermano el médico, que vivía retirado en la casa paterna, allá en la Marina, un hombre excelente pero algo loco, al que llamaban el Dotor las gentes de la costa y el poeta Labarta apodaba el Tritón. Cuando de tarde en tarde aparecía el Tritón en Valencia, la hacendosa doña Cristina modificaba el régimen alimenticio de la familia. Este hombre sólo comía pescado.
Para desempeñar cargo tan importante, había elegido ya Obdulia a una muchacha finísima educada en el servicio de casas grandes, y que se hallaba libre a la sazón, viviendo con la familia del dorador y adornista de la Empresa fúnebre. Llamábase Daniela, era una preciosidad por la figura, y un portento de actividad hacendosa.
Palabra del Dia
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