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Actualizado: 19 de junio de 2025
Mi padre no quiere que me vaya; mi padre me retiene a pesar mío; tengo que obedecerle. Necesito, pues, vencer por otros medios y no por el de la fuga. Para que Vd. se tranquilice, repetiré que la lucha apenas está empeñada; que Vd. ve las cosas más adelantadas de lo que están. No hay el menor indicio de que Pepita Jiménez me quiera.
Esto no es viví. ¡Premita Dió que el domingo me agarre un toro, y ya hemos concluío! ¡Pa lo que vale la vía!... Estaba algo borracho. Desesperábale el mutismo ceñudo que encontraba en su casa, y más todavía aunque él no lo confesaba a nadie aquella fuga de doña Sol sin dejar para él una palabra, un papel con cuatro líneas de despedida. Le habían puesto en la puerta, peor que a un sirviente.
Su mirada no se cruzó jamás con la del sacerdote; pero supo bien dar a este miedo el aspecto de desprecio. Deseo que manifieste la querellante preguntó el abogado defensor cómo es que, habiendo sucedido todo lo que acaba de declarar, se confesó después única autora de aquella fuga y nada dijo hasta trascurrido mucho tiempo de la violencia de que fue objeto. No he dicho nada por vergüenza.
Le era imposible volver a la fábrica de gorras: estaba muy lejos, y además no la admitirían después del escándalo de su fuga. Pero conocía otros oficios menudos e insignificantes, de los que están al alcance de las muchachas pobres y las ayudan a engañar el hambre. Haría «flores» para los corsés, se dedicaría a emballenarlos.
Pero la joven, sin adivinar estos pensamientos, aprovechó el desorden de la cubierta para repetir una vez más su seducción. Si Fernando quería, aún era tiempo. Guardaba ella en un bolso pendiente de la diestra su dinero, sus alhajillas, todo lo de algún valor que podía servir para la fuga.
Todo le hablaba de la fuga, de la incógnita y deliciosa ocultación en aquel país tan calurosamente descrito por Leonora, desde los macarrones del almuerzo y el Chianti en empajada y ventruda redoma, hasta el castellano defectuoso y musical de los dueños del hotel, carnosos hombretones con enormes bigotes que recordaban los tradicionales mostachos de la casa de Saboya.
En esta fuga hacia las tierras nuevas dijo Ojeda , ¿quién podrá conocer jamás la cifra exacta de los que salieron y no llegaron? ¡Cuántas catástrofes ignoradas!... Algunos autores extranjeros afirman que en tres siglos le costó a España treinta millones de hombres la colonización del Nuevo Mundo.
Pasó el Capellanet en la torre una parte de la tarde, hablando de los enemigos supuestos de don Jaime, que ya consideraba como suyos, ocultando su cuchillo para volver a sacarlo, como si necesitase contemplar su imagen desfigurada en la bruñida hoja, soñando en tremendos combates que terminaban siempre con la fuga o muerte de los adversarios, salvando él caballerescamente al acorralado don Jaime.
De entre el son del tamborín y castañetas y fuga del baile salió un rumor que encarecía la belleza y donaire de la Gitanilla, y corrían los muchachos a verla y los hombres a mirarla. Pero cuando la oyeron cantar, por ser la danza cantada, ¡allí fué ello!
Juan de la Concepción», la llamaron de los arrecifes: á 2 de Febrero surgieron en un puerto de ella que denominaron Málaga, en altura de siete grados: detuviéronse refrescando en ella un mes; quiso poblar aquí Villalobos, que no lo hizo por haberla experimentado de intemperie grave; tomóse con los acostumbrados actos posesión de ella por la corona de Castilla: pusieron al lugar determinado para la fundación Cæsarea Caroli: por los vientos contrarios y fuerza de las corrientes fueron forzados la vuelta del Sur: arribaron á Sarragan: asentaron con los naturales paces, de que se arrepintieron muy pronto; pusiéronse en armas, y aunque se les importunó á que les vendiesen bastimentos, no hubo modo de reducirlos: usóse primero de todos aquellos medios que dicta la benevolencia: hizo la fuerza lo que no pudo el agrado: acometióse el pueblo: hicieron resistencia, pero se dieron á la fuga; no fueron seguidos pensando se reducirían con el escarmiento; no fué el vencimiento sin costa de sangre: fueron heridos algunos de los nuestros, de los que murieron seis».
Palabra del Dia
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