Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 30 de abril de 2025
El viento del polo azotábales continuamente con un diluvio de escarcha, con ese torbellino de agudas flechas que punzan y penetran, embrutecen, haciendo perder la voz y los sentidos. Cerrado el mar, no había que pensar en la pesca; pero quedaba la foca. Y ¡cuántos peces no encierra una foca! ¡Qué riqueza de aceite acumulado!
Allí unicamente trabajaban las mujeres. Aquellos bigardos se pasaban la vida con un fusil al hombro, charlando. Ellas cultivaban la tierra y metían las cosechas en silos, ahumaban y secaban carne y pescado, fabricaban anzuelos y flechas. Los hombres únicamente cazaban, pastoreaban las cabras y compraban y vendían pieles curtidas, jaiques, azufre, camellos y bueyes.
Mi padre le contestó por medio de una seña, y desde aquel día quedaron sus relaciones establecidas: después fueron éstas, ensanchándose más cada día. Como quiera que mi padre había sido arcabucero de caballería, guardaba en casa una arco con sus flechas correspondientes: recuerdo que en mi infancia jugué muchas veces con ellas.
Ciertamente, y os ordeno a todos que os retiréis al interior de la choza, porque la más leve herida de estas flechas es mortal. El upas es un veneno terrible. ¿Serán los piratas quienes nos hayan lanzado esa flecha? Sin duda, Cornelio. Apresurémonos a ponernos en sitio seguro. Abandonaron el corredor y entraron en la cabaña, en el momento en que una segunda flecha iba a clavarse en el techo.
Todo fué en vano, porque envenenados los bárbaros contra Jesucristo y su ley, sin hacer caso de nada, le apuntaron y dispararon un gran número de saetas á su cabeza, mas nunca pudieron acertar; antes bien veían manifiestamente que volvían atrás las flechas, como si una mano contraria las tirara; y una disparada con tal ímpetu que le hubiera pasado de parte á parte; pero al llegar la detuvo sin duda Dios, é hizo caer sin fuerza á los piés del Padre.
¡Pronto!; tomad las armas y embosquémonos entre estos palúdicos dijo a sus compañeros . Guardaos sobre todo de las flechas, porque hombre herido es hombre muerto. Las municiones abundan y todos somos buenos tiradores dijo el piloto . No se atreverán a entrar en el río. Además observó Cornelio , hay tan poco fondo, que les será imposible pasar a esas embarcaciones.
Las Argentinas Ninfas, conociendo De aquesta Ana Valverde la belleza, Sus dorados cabellos descojendo, Envueltas en dolor y gran tristeza, Estan á la fortuna maldiciendo, Las flechas y los dardos, la crueza Del indio Mañuá, que así ha robado Al mundo de virtudes un dechado.
¡Por el filo de mi espada! exclamó Simón. Paréceme, amigo Tristán, que de este viaje no veremos á España; ni tampoco mi cobertor de pluma, que por fortuna se halla en buenas manos. Trece flechas me quedan y que me ahorquen si una sola de ellas no da en el blanco.
La turba enemiga lanzó gritos de rabia, sobre todo al recibir el nublado de flechas que lanzaron los arqueros ingleses en el centro de aquella abigarrada multitud, compuesta de hombres de todas cataduras y colores, normandos, sicilianos, genoveses, levantinos y moros.
No, esas flechas no; una de aquellas, tres plumas por banda y punta estrecha y larga. Esas son las que á mí me gustan, marrullero, dijo Simón. ¿Estáis pronto? preguntó el ballestero, poniendo cuidadosamente en su arma un grueso dardo.
Palabra del Dia
Otros Mirando