Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 23 de junio de 2025


Un farol de hierro con un vidrio empañado, clavado á grande altura en la pared, arrojaba una luz turbia sobre el calabozo destartalado, negro, húmedo, un verdadero antro, alrededor del cual había un poyo de piedra.

Poco después, oíase un ruido de tacones en el interior de un grueso pilar, hacia la derecha; el cerrojo crujía, y la puertecilla, al abrirse, presentaba al campanero, o a su esposa, trayendo en una mano el manojo de llaves y en la otra un farol encendido. Comenzaba entonces la ascensión por el hueco de aquella columna del templo.

Al cabo sacó el pañuelo para secar sus ojos que la frescura de la brisa, sin duda, había mojado, y murmuró con su habitual sonrisa bondadosa: ¡Pensé que estaba curado! ¡Buen chasco! Y se dispuso á retirarse. Pero cuando hubo avanzado un poco sintió los pasos de un hombre que venía. Retrocedió nuevamente hasta el pretil para ocultarse en la oscuridad. Al llegar cerca del farol, lo conoció.

No acababa de decir esto cuando Martín dió una patada al farol que llevaba el viejo, y después de un empujón echó al anciano respetable a la cuneta de la carretera. Bautista arrancó el fusil a otro de la ronda, y el demandadero se vió acometido por dos hombres a la vez. ¡Pero si yo no soy de estos. Yo soy carlista gritó el demandadero.

Al cabo de este tiempo percibió un rechinamiento, como el de una gran llave dentro de una inmensa cerradura; después el sonido de un barrote de hierro rebotando por un extremo sobre otro cuerpo menos duro; después el chirrido de unos goznes roñosos..., y, por último, vió la luz de un farol muy ahumado, a cuyos débiles resplandores pudo observar que se había abierto enfrente una portalada.

Francisco Martínez Montiño no pudo ver nada de esto, porque tal iba cuando entró, ó cuando le entraron en el calabozo, que no veía: ni los que estaban allí pudieron verle el rostro, porque los alguaciles le dejaron en la sombra negra proyectada por el farol. Eran los que allí estaban dos hombres y dos mujeres.

Aparte del farol de popa no había más luz en la nave que la del timonel puesta en la forma que el curioso Salazar apunta. «La luz y la aguja de esta ciudad se encierra de noche en la bitácora, que es una caja semejante á estas en que se suelen meter y encubrir los servicios de respeto que están en recámaras de señoras

¡Deben de ser ellos! ¡qué tarde! dijo en voz alta, acercándose a la cuneta de la carretera, a la sombra de un farol de los del paseo.

Me paseaba bajo ella al caer las primeras sombras y me llamó la atención que delante de cada hotel, de cada bar-room, de cada puerta, un individuo sacaba una pequeña mesa de tijera, se instalaba ante ella, encendía un farol, arreglaba en un semicírculo artístico algunas docenas de pesos fuertes en plata, y comenzaba a batir con estruendo un enorme cuerno provisto de dados.

Respetaban mucho al Cristo de Salta, pero les inspiraba más miedo la «Viuda del farolito», una bruja que se aparecía de noche con un farol en una mano á los arrieros perdidos en los caminos. El que la encontraba debía hacer inmediatamente sus preparativos para irse al otro mundo, pues seguramente ocurriría su muerte antes de que se cumpliese un año.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando