Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de octubre de 2025
Comprendo que la sujeción del colegio se le hace insoportable, y esto me tiene disgustadísima. La independencia de carácter de mi hijo me espanta. Procuraré que escriba a su padre pidiéndole perdón por la falta que ha cometido. Todos los días leo las Confesiones, que procuro imitar en lo posible: trataré de hacer como Santa Mónica, rogando sin cesar por mis hijos. 14 de enero de 1803.
¿Y no te importa? No, señor. La verdad es que una maldición no mata ni espanta. El caballero se coge la barba estremecida por la risa, una risa extraña, de viejo loco, desengañado y burlón. Don Pedrito requiere las riendas. ¡Déjeme pasar, padre! Antes dirás por qué no te importa mi maldición. ¿Te hace reir? No me hace reir....
-Sí, señor -respondió el galeote-, que no hay peor cosa que cantar en el ansia. -Antes, he yo oído decir -dijo don Quijote- que quien canta sus males espanta. -Acá es al revés -dijo el galeote-, que quien canta una vez llora toda la vida. -No lo entiendo -dijo don Quijote.
Eso no basta, porque él se imagina que lo amáis. ¡Qué insolente! interrumpió el aya . ¡Amar a ese monstruo! Así que lo veo, mi corazón se oprime, y la indignación me embarga. Ya lo sé, tendréis que fingir lo contrario y si os obliga a semejante confesión decidle claramente que lo amáis. ¿Os espanta esta idea? ¿Tembláis como una caña? ¿Es tan grande la adversión que os inspira Mathys?...
Veo aun la luz del crepúsculo iluminando fantásticamente el ensangrentado cadáver: el silencio que reina en torno suyo me turba y me confunde. ¡Bandidos miserables! ¡raza inicua de hombres corrompidos á quienes no espanta verter la sangre humana para satisfacer vuestros deseos! ¿cómo no temblais ante vuestra propia obra?
Y eso que pertenece a una generación que no ha tenido la desdicha de presenciar exorciones, esas ceremonias públicas, tan profundamente endemoniantes, en las que el sacerdote, revestido con todos sus adminículos mágicos, espulsaba a los demonios del cuerpo de los poseídos, como quien espanta loros de un maizal.
Este, cuando estuvo cerca de la reina, se arrodilló. ¿Qué hacéis, padre mío? dijo dulcemente Margarita . ¡Un sacerdote, tal como vos, arrodillarse ante una pecadora tal como yo! ¡Oh! si todos pecasen en este mundo como vuestra majestad... dijo el padre Aliaga levantándose. Pues mirad, padre, lo que peco me espanta. Tengo muy poca paciencia... Vuestra majestad es una mártir.
Menos lo sé yo. ¿Sabéis las novedades que han ocurrido? Sé que es hijo del duque de Osuna y que se ha casado. ¿Quién os lo ha dicho? ¡El mismo! ¡Ha estado aquí! No me espanta, esperado me lo había... ¡horror! recién casado y... ¿No es verdad que eso es terrible...? Lo peor será que vos seáis tan loca como él. No puedo remediarlo. La última desgracia que podría sucederme sería no verle.
Yo no hallo palabras que expresen la memoria que deja aquel encantamiento maldito, sino diciendo que es una CIVILIZACION QUE ESPANTA. Pues nada más cierto. He oído decir á muchas personas que la corrupcion de Paris, en el sentido indicado, es un hecho muy natural, atendida la circunstancia de que á este pueblo afluyen todas las naciones del mundo.
Ahora me espanta la idea de volver a mi barco, de hundirme en el ajetreo contínuo del acontecimiento. Toda la vida de a bordo se va alejando de mí; me parece una cosa vaga y sin realidad.
Palabra del Dia
Otros Mirando