Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de junio de 2025


Pareciole a Cervantes que, además de lo abatido del sombrero y lo subido del embozo, llevaba aquel hombre antifaz; y prevínole contra él, el ver que, cuando junto a él pasó le miró como con recelo, y yéndose a una puertecilla que allá en lo último del bodegón se veía, hizo seña a la tía Zarandaja de que fuese, y entrose por la puertecilla, y a ella se fue la tía Zarandaja, y cuando se hubo entrado por ella cerrola, quedándose solo en la primera parte, o dígase en la parte pública del figón, Cervantes con una moza como hasta de veinticinco años, cariredonda, rubicunda y sucia, que a la tía Zarandaja servia.

Mas el viejo, al notar que le perseguían, zambulló el rostro en su gran cuello de pieles, y ocultando con presteza en el bolsillo del gabán algo que en la mano llevaba, entróse prontamente en el cuarto contiguo al de Jacobo. Quedósele este mirando sorprendido y receloso, y dudando entonces de que fuese el tío Frasquito, entró también en su aposento.

Entróse en la compañia de dichos, en la provincia de Chile, y hoy es coadyutor.

Finalmente, entróse nuestro mancebo en el cuarto donde por la mañana le encontramos, y mientras se desnudaba perezosamente y arreglaba con voluptuosidad las cortinas del lecho, no dejó de pensar un instante... ¿En quién, en quién pensaba el hijo único de D. Baltasar Rodríguez? Las palabras fugaces que se le escapaban una que otra vez de los labios eran incoherentes.

El pobre viejo dejó caer entonces los brazos abatidos, bajó tristemente la cabeza, y entróse en la capilla murmurando: ¡Oh Virgen del Recuerdo dolorida! ¿Se acordarán de ti? Era aquella misma tarde poca la animación y escasa la concurrencia en el fumoir de la duquesa de Bara.

Y no se engañó, que don Baltasar de Peralta era, que hallando al paso del tumulto por el corredor aquella puerta franca, creyendo que al aposento de doña Guiomar daba, en él entrose, y en mal hora por cierto, que ciego Cervantes de dolor y de rabia, a él se fue omnipotente, de tal manera, que apenas se chocaron las espadas, al suelo vino difunto de una estocada en el corazón don Baltasar, cayendo tal vez, porque Dios lo quiso, junto a doña Guiomar, y tan cerca, que la sangre que de su pecho corría fue a mezclarse con la que del inocente pecho de doña Guiomar había salido.

Era todo él brillante como el oro, y suave como la seda, y tenía los ojitos verdes y relucientes como dos esmeraldas cabochon. Tomóle de la mano Ratón Pérez, sin usar ya tantas ceremonias, y entróse con él, disparado como una bala, por un agujero que debajo de la cama y oculto por la alfombra había.

Regalaron al capitan Oyolas con siete indias, la mayor de 18 años, y seis ciervos, rogándole que nos quedásemos con ellos. A los soldados dieron dos indias para que los sirviesen, y comida y otras cosas necesarias: y de este modo quedamos amigos. Entróse al pueblo el dia de la Asumpcion, del año de 1539, y le dimos el nombre del dia, y así se llama hoy.

Mas viendole venir, alegremente El capitan y gente le esperaron: Allega, y embarcóse con la gente, Y á priesa de aquel sitio se levaron. Entróse por un rio que de frente Está, y á tierra firme atravesaron, A está de Gaboto la gran torre, Por el Carcarañá se estiende y corre.

Entróse, y encontró á la señora María entregada á sus faenas domésticas, y al señor Melchor Argote sentado junto á un fuego mezquino almorzando pan y queso. Dios os guarde, señora dijo don Juan entrando. Miróle la vieja con su vista cruzada durante un segundo, y luego dijo: ¡Jesús, buen mozo! ¡yo os daba por perdido! ¿y de dónde venís, hijo?

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando