Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 29 de julio de 2025


La playa estaba tranquila y solitaria; no se encontraba en ella más que pescadores, lo cual no exigía el despliegue de toilettes que vemos hoy. Además, se gozaba un poco del jardín propio y no se iba continuamente fuera de casa, renunciando al reposo para entregarse a toda clase de sports. No hay que hablar mal de los sports, señora; con ellos cuentan los sabios humanitarios para mejorar la raza.

Entre los engaños que a la tierra nos apegan, uno hay que ilude más dulcemente con mieles suavísimas, con regalos tan inefables y embriagadores, que es lícito al hombre entregarse a un bien que, con ser fingido, así embellece y dora la existencia. Óyeme, óyeme.

El redoble intermitente de la lluvia le trajo a la memoria las muchas tardes que había pasado cerca de aquella misma ventana escuchándolo con un libro abierto en la mano. El libro era siempre una novela. Más de cuatro meses anduvo solicitando de sus padres que la dejasen habitar el gabinete de la torre, con objeto de entregarse de lleno, y sin temor de que nadie la molestase, a su recreo favorito.

Además, se conocía; sabía que ella, de entregarse a Dios, se entregaría de veras; que mientras su devoción fuese callejera, ostentosa y distraída, ella misma la tendría en poco, y cualquier pasión mala, pero fuerte, la haría polvo.

El literato necesita independencia, un relativo bienestar y sosiego para entregarse a su trabajo, el cual de esta suerte se hace leve y ameno.

La memoria no debía de estar muy firme, porque cuando su amiga le dijo: «Sosiégate y acuérdate de lo de esta mañana» replicó: «¡Lo de esta mañana...!, ¿qué ha sido...?». Y mirando con extraviados ojos al techo, parecía entregarse al doloroso trabajo de recordar, cazando las ideas como si fueran moscas.

Era asunto del Vara de plata; podía castigar y despedir a quien quisiera sin miedo alguno. Pero don Antolín, temblando ante la responsabilidad que le podían acarrear las decisiones enérgicas, acabó por entregarse a Gabriel, solicitando su apoyo. Aquel hombre era el que ejercía la verdadera autoridad en el claustro alto. Todos le escuchaban, siguiendo ciegamente sus consejos.

Merced al ingenio de Julianillo, pudieron los reformadores entregarse á las lecturas que tanto deseaban, comenzando entonces el mozo á repartir volúmenes cautelosamente, siendo menos afortunado en esta empresa, pues por ello vino su perdición y la de infinidad de protestantes.

Si el demonio se condujera generosa y decentemente haciendo dichoso a Baudelaire, Las flores del mal, que así se titula el tomo de sus versos, serían muy peligrosas, pues no habría de faltar quien quisiese entregarse también al demonio dándole culto para conseguir las mismas o mayores ventajas. Afortunadamente ocurre todo lo contrario.

De todas las cabezas principales de esta revolucion no quedaba mas que Diego Cristóval Tupac-Amaru, á quien estos rasgos de perfidia hacian desconfiar de las promesas de los españoles. Pero, arrastrado de su destino, se dejó persuadir á entregarse voluntariamente al General Valle en su campamento de Sicuani; y no tardó en arrepentirse de esta confianza.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando