Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de mayo de 2025


Tres soldados nuestros movidos de su codicia, ó quizá de la hermosura y bizarría de la mujer, la fueron siguiendo. Reconoció el marido sus enemigos y el cuidado con que le venian siguiendo. Hechó el caballo de su mujer delante, y con el alfanje le iba dando, y animaba con voces, pero el caballo se rindió al calor y cansancio.

Retrocedió ésta con gritos de rabia, uniéronse y adelantáronse los cinco defensores del castillo y no tardó en quedar libre de enemigos el vestíbulo. Tristán se apoderó de los dos últimos y los lanzó escaleras abajo, sobre las cabezas de sus compañeros. ¡No los sigáis! gritó Duguesclín. Si nos separamos estamos perdidos.

No, gracias. ¡Come! ¡no seas maula!... Acuérdate de aquel consejo: «donde vayas a comer, come mucho; si son tus amigos les darás placer; si son tus enemigos, les darás rabia».

Viendo los enemigos tan pocos, y que de mal pláticos habían disparado los arcabuces todos juntos, dieron sobre ellos y hiciéronlos tornar con más priesa de la que habían traído.

Por otra parte, las pasiones que subleva entre sus enemigos, son demasiado rencorosas aún para que pudieran ellos mismos poner fe en su imparcialidad o en su justicia. Es de otro personaje de quien debo ocuparme. Facundo Quiroga es el caudillo cuyos hechos quiero consignar en el papel.

Hombre de partido, haces la guerra a otro partido; o cada vencimiento es una humillación, o compras la victoria demasiado cara para gozar de ella. Ofendes y no quieres tener enemigos. A ¿quién me calumnia? ¿quién me conoce? me pagas un salario bastante a cubrir mis necesidades; a ti te paga el mundo como paga a los demás que le sirven.

Todavía cayeron unos cuantos proyectiles; luego se hizo el silencio. Don Marcelo estaba ahora en su parque, viendo cómo el conserje enterraba al pie de un árbol las armas de caza que existían en el castillo. Luego se dirigió hacia la verja. Los enemigos iban á llegar y había que recibirles.

A todo esto no eran fuera del fuerte las dos partes de los que estaban recogidos para el efeto, por salir uno á uno por la puerta, pudiendo salir por los caballeros todos juntos y dar sobre los enemigos antes que se apercibiesen.

...Y cuando dentro de unas horas salga el sol, el mundo verá correr por sus campos los cuatro jinetes enemigos de los hombres... Ya piafan sus caballos malignos con la impaciencia de la carrera; ya sus jinetes de desgracia se conciertan y cruzan las últimas palabras antes de saltar sobre la silla. ¿Qué jinetes son esos? preguntó Argensola. Los que preceden á la Bestia.

Sus enemigos poseían el don de penetrar en su cuerpo; ocurría a menudo que su pierna o su brazo no le obedecían, paralizados por ellos.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando