Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 18 de junio de 2025


En la mitad del testero que daba frente a la puerta del corredor, una esbelta columna de mármol negro sustentaba un aéreo busto de la Mignon de Goethe, en mármol blanco, a cuyos pies, en un gran vaso de porcelana de Tokio, de ramazones azules, Ana ponía siempre mazos de jazmines y de lirios. Una vez la traviesa Adela había colgado al cuello de Mignon una guirnalda de claveles encarnados.

Un hedor repugnante de carne cruda impregnaba el ambiente, y sobre la línea de mostradores ostentábanse los rojos costillares pendientes de garfios, las piernas de toro con sus encarnados músculos asomando entre la amarillenta grasa con una armonía de tonos que recordaba la bandera nacional, y los cabritos desollados, con las orejas tiesas, los ojos llorosos y el vientre abierto, como si acabase de pasar un Herodes exterminando la inocencia.

Sus ojos estaban encarnados, parecían arrojar el fuego de una calentura horrible, y su pecho de gigante se alzaba y se deprimía á impulsos de una respiración poderosa, que se exhalaba por su boca entreabierta y seca, produciendo un silbido ronco y débil, á veces un ruido semejante al de un hervor fatigoso; de tiempo en tiempo, á lo largo de los cortos miembros del tío Manolillo, corría una convulsión rápida, fuerte, instantánea.

¿Quién? preguntó Santa Cruz algo atontado. Tu adorado tormento, tu... Cómo se llamaba o cómo se llama... porque supongo que vivirá. No lo ... ni me importa. Vaya con lo que sales ahora. Es que hace un rato me dio por pensar en ella. Se me ocurrió de repente. ¿Sabes cómo? Vi unos refajos encarnados puestos a secar en un arbusto.

La obra ha sido juzgada sin pasión , hallando que encierra doctrinas útiles, morales, previsoras, algunas de las cuales se adelantan á la época ; nada había que añadir sobre el particular en la presente ligera exposición de hechos, si algunos de los consejos al privado de Felipe III no estuvieran encarnados en la conducta del que lo había sido de Felipe II.

Y añadió: Yo indagaré del primer ministro, su excelencia el príncipe Tong, donde pára esa familia tan interesante; después reúnalos usted, y arrójeles una o dos docenas de millones; organice para el difunto unos funerales de gran ceremonia con un séquito de una legua de largo, filas de bonzos, todo un mundo de estandartes, palanquines, lanzas, plumas, pendones encarnados y, por último, legiones de plañideras lanzando gritos lamentables.

Tendida en los almohadones de raso, con aire distinguidísimo, paseaba la condesa de Albornoz su desvergüenza, dando la derecha a su amiga y pariente la marquesa de Valdivieso; vestían entre las dos primas los colores nacionales: traje amarillo con mantilla negra la de Albornoz; rojo con mantilla blanca la de Valdivieso, y grandes peinetas de carey una y otra, con ramos de claveles blancos y encarnados en la cabeza y en el pecho.

Ya se ha referido que en medio de la muchedumbre que presenciaba el castigo ignominioso de Ester, un individuo de edad provecta, recién llegado de las tierras ocupadas por los indios, contempló de repente, expuesta á los ojos del público, como si fuera una imagen viviente del pecado, á la mujer en quien había esperado hallar encarnados la alegría y el calor del hogar.

Hay agora una grave compañía de unos tahures de mayor esfera con su mucho de fina hipocresía. Juegan galanamente á la primera, embidando de falso á los señores con mas flores que da la primavera. Son diablos encarnados y traidores, devotos de la madre Vericinta, no siendo, no, romanos senadores.

Mi tío decía que tienes modestia y una delicadeza natural que es lástima no haya sido cultivada. ¿Tu delicadeza te impedía venir a reclamar lo que por la misericordia de Dios habías ganado? No hay más sino que tiene razón mi tío.... ¡Cómo estaba aquel día el pobre señor!... decía que ya no le importaba nada morirse.... ¿Ves ?, todavía tengo los ojos encarnados de tanto llorar.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando