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Se le tenía como una especie de oráculo: la comarca entera consultábale todo los asuntos, hasta los más íntimos. Había estado en relación con todos los hombres eminentes de la Asamblea Constituyente, de la ciencia y de la literatura: M. de Buffon, Mirabeau, los economistas y los filósofos.

Los unitarios más eminentes, como los americanos, como Rosas y sus satélites, estaban demasiado preocupados de esa idea de la nacionalidad, que es patrimonio del hombre desde la tribu salvaje y que le hace mirar con horror al extranjero. En los pueblos castellanos este sentimiento ha ido hasta convertirse en una pasión brutal capaz de los mayores y más culpables excesos, capaz del suicidio.

Cada visitante es invitado á inscribir su nombre en ese registro, que viene a ser no solo un elemento curioso de estadística, sino tambien un objeto de gran valor por los millares de autógrafos que reune, cuando concurren personajes eminentes, y por las curiosas observaciones morales á que puede prestarse.

Estilábanse bajos, pues enseñaba hasta el esternón. Estas y otras facultades eminentes hacíanle, con razón, invencible. Quizás algunos no hallen enteramente justificada la dictadura amorosa de nuestro mancebo en Sarrió. Estamos no obstante seguros de que las jóvenes de provincia que lean la presente historia la juzgarán lógica y verosímil.

Hay en Ginebra un buen número de periódicos políticos, gabinetes de lectura, sociedades literarias, academias y demas centros de inteligencia, brillando en su seno muchos hombres distinguidos. Allí conocí muchos profesores eminentes, y el político Fazy. El mejor paseo de Ginebra es el de la Isla con una estatua dedicada á Rousseau.

Su sociedad sin leyes, desquiciada, Y bajo férrea mano nivelada, Tiembla ante la cuchilla del terror; Los nombres de patriotas eminentes, No gravados en bronces relucientes Sino en tablas de ingrata proscripcion.

Calma, amiguito contestó don Gil, poniéndole la mano en el pecho: ¿recuerda usted mi gorro y mis calcetas, un primor de costura y de corte? ¿Y qué tiene eso que ver con la...? Vamos allá. Pues ese traje, ese gorro, esas calcetas, me las hicieron doña Nicolasa y doña Bibiana Remolinos, personas eminentes en el arte de coser, á quienes tendré el gusto hoy mismo de presentar á usted.

Si estas páginas llegan a manos de don Ignacio y de don Roque Rodríguez, que reciban este débil homenaje que creo debido a los servicios eminentes hechos por ellos, en asocio de su finado hermano don José, a la cultura y moralidad de un pueblo entero . Esta es la historia de las ciudades argentinas. Todas ellas tienen que reinvindicar glorias, civilización y notabilidades pasadas.

Por más que hice para hacerlos comprender que la operación que había yo llevado a cabo era en realidad muy sencilla, se obstinaron en traerme, casi a la fuerza, a este palacio, en donde tienen su morada los hombres más eminentes de la tierra... En efecto, vea usted: aquel caballero del sombrero alto y la corbata amarilla es el Gran Khan de la China; el otro, que se pasea con las manos detrás de la espalda, es López, el famoso ingeniero López, quien logró construir el puente entre la tierra y el sol, obra reputada durante mucho tiempo como impracticable.

Pues... si lo habéis querido decir, ¿por qué no lo habéis dicho?, según la célebre expresión de don Juan Nicasio Gallego, el cual, así como el duque de Rivas, Quintana, Bretón, Martínez de la Rosa, Hartzenbusch y otros muchos, han cometido la pifia de ser hombres eminentes y poetas de primer rango sin dejar de ser españoles en la forma ni en la esencia. ¿Habéis por ventura querido decir valiente?