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Actualizado: 7 de junio de 2025
No parece que ocurriera á nadie hacerlo: las galeras zarparon al amanecer del día 16, pasando á Seco del Palo en espera de las naves y aun de las galeras rezagadas, en número de ocho, á saber: las cuatro de Malta, dos de Mónaco y las patronas de Doria y de Sicilia.
Lo estaba Juan Andrea Doria y el Comisario de Florencia Pedro Machiaveli; habían fallecido Quirco Espínola, cuatro Caballeros de San Juan y más de 2.000 hombres; escaseaban las raciones por haberse perdido en los Querquenes en aquellos mismos días dos naves de provisiones, y en la propia costa de Trípoli la nao capitana nombrada La Imperial, por andar en malos tiempos en sitio de tantos bajíos.
Los piratas berberiscos, los marinos genoveses y españoles y los caballeros de Malta se degollaban implacables sobre las cubiertas de las galeras, y al ser vencedores respetaban la vida del prisionero, tratándolo caballerosamente. Barbarroja, almirante de ochenta y cuatro años, llamaba «mi hermano» á Doria, su eterno rival, que tenía cerca de noventa.
Nunca se vio una tan poderosa armada, ni aprestados para una tan grande empresa tantos grandes capitanes; que siendo don Juan de Austria generalísimo de todas las escuadras de la Liga, allí asistían el príncipe Alejandro Farnesio, don Luis de Requesens, Marco Antonio Colonna, el proveedor Barbarigo, Juan Andrea Doria, el marqués de Santa Cruz don Alvaro de Bazan, Sebastián Veniero, Ascanio de la Corna, el prior y los caballeros de Malta, y otra multitud de capitanes, no de tan gran linaje, pero no menores en valor y nombradía, entre ellos Gil de Andrade, don Sancho de Leiva, don Miguel de Moncada, Francisco de Sancti Pietro y Diego de Urbina, y otros muchos de mar y tierra.
Francisco Enrique. Orejón. Simón, florentino. Montes de Oca. Tomaso, italiano. Íñigo Hurtado. Francisco de Casale. Nicolo de Casale. Lope de Figueroa. Juan Bautista Doria, genovés. Antonio de Olivera. Monsalve. Coroneles, Quirico Spínola. Diego de Ávalos. Capitanes, Álvaro de Sande, sobrino del General. Alonso de Hita. Jerónimo Imperatore. Aquilante de Castillo. Andrea Grifo. Antón Cicala.
El consejo deste les hizo dejar el desiño que tenían: pasaron dos piezas de artillería al campo de los pozos, y continuaron una trinchea que tenían comenzada que venía á dar al caballero Doria.
Juan Andrea Doria llamó á su galera los Generales y Capitanes de galeras y les dijo la nueva que la fragata había dado, para que viesen lo que se debía hacer. En estas juntas y consejos de mar, habiendo propuesto Juan Andrea el caso, el primer voto era el del General del Papa; tras éstos hablaban D. Sancho y D. Berenguel, y el del Duque de Florencia, Cigala y Scipión Doria y los demás.
Teníase el miserable ejemplo de Nicosia y de Famagusta, sus defensores degollados y sus capitanes martirizados por el implacable infiel, aborrecedor del cristiano y nunca satisfecho de su sangre; y tal era el pavor que la voladora fama traía en sus alas, de las crudezas de aquella numerosa hueste de sanguinarias fieras, que capitanes tales y tan probados por su prudencia en el consejo y su bravura en lides, como Andrea Doria, Ascanio de la Corna y Sebastián Veniero, aconsejaron a don Juan de Austria, teniendo por temeridad el embestir contra el turco; pero el generoso mancebo, por cuyas venas corría la sangre del nunca vencido, ni en temor por nada puesto, emperador Carlos V, de gloriosa memoria, respondió a las dudas y a los temores de todos: Señores, ya no es hora de aconsejar, sino de combatir.
A la Real salvó, y voló con sus galeras a socorrer a Andrea Doria, y socorrido éste, a poco rescataba la capitana de Malta y hacía huir aterrado con sus argelinos, y ponerse fuera de combate, al formidable Aluch-Alí. Todo era proezas y hazañas, todo estrago y muerte.
Ninguna disposición ordenó Andrea Doria: arribó también con la Real en dirección del fondeadero de que había salido, con precipitación y aturdimiento, que aumentaba la poca claridad del alba. Calaba mucho la galera, que era hermoso buque; se tomaron mal las enfilaciones del canal, y quedó varada en un cantil.
Palabra del Dia
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