Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 15 de junio de 2025


Allí no se veía ya la espina del dolor que lentamente va hincándose, pero el puñal clavado de golpe hasta el pomo. Semejante espectáculo dio al traste con la prudencia del capellán. Usted está mala, señorita. A usted le pasa algo hoy. Nucha meneó la cabeza intentando sonreír. No tengo nada. Lo doliente y debilitado del acento la desmentía.

Muy por el contrario: estos infatigables varones, sin descansar de su larga y penosa peregrinación, encamináronse á Tordesillas, residencia entonces del infante D. Fernando, hermano del rey de Castilla D. Enrique III el Doliente, y le expusieron sus agravios, pidiéndole protección contra el Obispo de Plasencia.

Ahí estaba, en la actitud de fiera que reposa, bien nutrida de vidas y de honras; los lamentos de las víctimas no se oían, pero quizá, aplicando el oído, se escuchara la voz doliente de los desgraciados, que la loca ambición sacrificara.

Visitó el bosque de tilos donde por primera vez se dijeron que se amaban y los recuerdos de este primer amor le parecieron llenos de encantos, pero desnudos de toda doliente impresión. Sentose entonces bajo el pabellón de lilas, en aquel banco fatal donde había dado a Magdalena el mortal beso.

Removed to Madrid, and engaged in journalism. Killed himself February 13, 1837, in his twenty-eighth year. Works: Essays on manners, critical reviews, several unimportant plays, and a novel, El doncel de D. Enrique el Doliente . Fernán Caballero knew both the Spanish and the German literatures. Died in 1877.

Los celos le cegaban al pensar que aquella joven, que algunos meses antes se le había aparecido con todo el encanto de la sencillez y de la gracia, de la virtud doliente y de la tranquilidad doméstica, había cedido á las sugestiones de un libertino sin conciencia. Era preciso no dejar sin castigo aquella infamia.

A ratos vivió alegre, igual que un gorrión, este poeta loco, amador e indolente; otras veces, sombrío cual Clitandro doliente... Cierto día, una mano llamó a su habitación. ¡Era la Muerte! Entonces, él suspiró: Señora, dejadme urdir las rimas de mi último soneto . Después cerró los ojos acaso, un poco inquieto ante el helado enigma para aguardar su hora...

Turbéme, pegóseme la voz a la garganta, quedé mohína en todo estremo, pero, con todo, me esforcé lo más que pude, y, con voz tembladora y doliente, le dije tantas y tales cosas, que le hicieron suspender la ejecución de tan riguroso castigo.

Pasaban de trescientas, entre galeras, naos y galeazas, las naves de la Liga, y tan bien aprestadas, que sólo con verlas se podía tener por segura la victoria. Allí iba también la galera Marquesa, con las que mandaba el general Andrea Doria, y en ella, muy doliente aún, nuestro Miguel de Cervantes.

Algo que sea bueno y confortativo, buena madre, dijo Cervantes entrándose por el bodegón, habéis de darme para esta pobre joven, que harto doliente se encuentra; y sea esto pronto, y empiece por una buena taza de caldo que tenga por mitad del generoso trasañejo de Montilla.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando