Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 6 de junio de 2025


¡Oh! ¡qué delirio! ¡qué sueño! exclamó después de algún tiempo . ¡Que no despierte yo nunca, amor mío! porque si no me amases... me vengaría... y mi venganza... ¡oh! no hablemos de esto... ¡las dos! ¡ya es tarde, Dios mío! ¡y el coliseo!... ¡malditas sean las comedias! ¡pero es preciso! ¡vamos, acompáñame!

Pepita, que ya no lloraba y que se había enjugado las lágrimas con el pañuelo, contestó tranquila: Está bien, padre; yo me alegraré; casi me alegro ya de que se vaya. Deseando estoy que pase el día de mañana, y que, pasado, venga Antoñona a decirme cuando yo despierte: «Ya se fue D. Luis». Vd. verá cómo renacen entonces la calma y la serenidad antigua en mi corazón.

Confieso que es lástima que la vista de todo aquello no despierte en nuestra alma recuerdos históricos muy ricos de poesía, y que las montañas que circundan la bahía tengan nombres tan vulgares.

Ya se ve; ¡es tan hermoso...! ¡más que hermoso...! ¡tiene para tal paz, tal dulzura su mirada...! su voz resuena en mi corazón de un modo tal... he hecho una promesa á la virgen de la Almudena... como mañana me despierte curada de esta locura, la doy mis joyas, que son muchas y muy buenas. Si vos no amárais mañana á mi amigo, le mataríais.

Así, pues, la energía de amor está en como dormida; pero no ha muerto. No permita Dios que mate yo en facultad alguna de las que el mismo Dios me ha dado. Duerma el amor en mi seno. A mi razón serena y fría toca velar para que no le despierte sino quien deba. Pero, hija mía, nadie acude a despertarle, y me temo que sea eterno su sueño.

Aquí hacemos punto en este modesto trabajo que probablemente vendrá á ser el prólogo de otro más extenso que nos proponemos publicar. Mucho, muchísimo hay que hacer en Filipinas y mucho falta por decir de aquella riquísima colonia susceptible á dar cuantiosos caudales. Haga Dios que este pobre trabajo despierte en otras inteligencias la afición á escribir.

Puesto que no se puede expresar todo, Puesto que el amor es infinito, Puedes preguntar a mis ojos Cuánto te quiere mi corazón... ¿Por qué se cruzan de pronto sus miradas? ¿Por qué tiemblan los dos como si una descarga eléctrica les sacudiese los miembros? No pasa una sola hora de la noche Que no se despierte mi corazón; Que no piense en ti, Que no piense que me has dado mil veces tu corazón...

Me parece mentira. ¡Ay, hijo, qué bueno eres! Mereces que te caiga la lotería, y si no te cae, es porque no hay justicia en la tierra ni en el cielo... Adiós, hijo, no puedo detenerme ni un momento más... Dios te lo pague... Estoy en ascuas. Me voy volando a casa... Quédate en la tuya... y a esta pobre desgraciada, cuando despierte, no la pegues, hijo, ¡pobrecita!

Fervorosamente pido al cielo que se despierte en la fuerza imaginativa y cree una semejanza, un símbolo de ese concepto que todo lo comprende, a fin de que absorba y ahogue la imagen, el recuerdo de esta mujer.

De su embelesamiento le volvió Sancho Panza, diciéndole: -Señor, las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres; pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias: vuestra merced se reporte, y vuelva en , y coja las riendas a Rocinante, y avive y despierte, y muestre aquella gallardía que conviene que tengan los caballeros andantes. ¿Qué diablos es esto? ¿Qué descaecimiento es éste? ¿Estamos aquí, o en Francia?

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando