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Actualizado: 14 de junio de 2025


Y sin embargo, es bien sencillo, señorita; si la desilusión del bien, la duda y la sequedad del alma son los más amargos frutos de la experiencia de una larga vida, nada merece más compasión en el mundo, que un corazón herido por la desconfianza, antes de haber vivido.

¿Se habría equivocado? ¿Sería Juan, u otro cualquiera que se le pareciese en el modo de toser? Si fuese él, ¡qué dulcísimo miedo! Si no, ¡qué tranquilidad... y qué desilusión! Era en verano, y el cuarto había permanecido todo el día cerrado; así que entre su propio sofoco y el calor de la habitación, Cristeta no respiraba a gusto. Sin mover ruido fue al balcón y lo abrió. ¡Qué hermosa noche!

Muchas veces, viéndoles a ustedes tan jóvenes, tan inexpertos, tan llenos de vanas esperanzas, he rehecho en mi interior lo que bien podría llamarse la psicología del cadete. Adivino lo que ustedes han pensado antes de entrar en la Academia y preveo la desilusión amarga y aplastante que les aguarda a la salida. Los relatos de guerras y la marcialidad artística del uniforme han seducido su niñez.

Consulta bien a tu corazón, haz algo que sea semejante a un examen amoroso de conciencia, y si quedas seguro de que todavía puedes quererla, prepárate a sufrir una gran desilusión y a luchar con la más terca manía que cabe en cabeza humana.

Y, sin embargo, en cuanto disponía de una hora de tiempo, aquel escéptico, consagrado á la desgracia, cogía su caña, y sin desilusión, suspendía su anzuelo en medio de los burlones peces que jugaban dando vueltas alrededor del inofensivo instrumento. En cambio, hay pescadores que parecen fascinar el pescado, atraerlo irresistiblemente.

Después, acosada de cerca por sus acreedores, se eclipsó para reaparecer en el extranjero con el nombre de Jenny Hawkins... El hotel fué vendido y no se oyó hablar de ella, si no es alguna vez en los periódicos. Jamás ha vuelto á París, como si guardase rencor á la gran ciudad de su desilusión. Al acabar el relato de Frecourt, todos se levantaron y se dirigieron hacia los salones.

Aquella espléndida ruina llama mucho la atencion, pero no interesa como el palacio de verano, porque el viajero llega solo preocupado con lo que tiene el carácter de morisco ú oriental. La primera impresion que se siente al penetrar en el famoso recinto es de desilusion.

Sería indudablemente por esos mozalbetes recién salidos del colegio, que la echan de políticos altruistas; por esos Richelieu de veinte años que alardean de misántropos; por esos poetas en capullo para quienes la desilusión es una décima musa. Pero , querido Amaury, ya que no por tu edad, por tu posición, debes pretender algo más serio. Y si en realidad no es así, aparéntalo siquiera.

Ella había tenido la ilusión de figurarse a algunos con proporciones caballerescas... ¡Qué error y qué desilusión! ¡Y para eso se había envilecido como se envileció! Merecía que alguien le diera de bofetadas y que su marido la echara de aquel honrado hogar... Ignominia grande era venderse, pero darse de balde...! Al llegar a esto, lágrimas de ira y dolor corrieron por sus mejillas.

Con acento de entusiasmo hablaba Amaury de su desilusión, con vehemencia de sus extinguidas pasiones, diciendo que no quería vivir más para , sino para los demás, pues no aceptaba la existencia ni podía comprenderla sin una total consagración al amor del prójimo. El doctor aprobaba, tácitamente todas estas utopías y movía la cabeza con grave continente al oír tales ensueños.

Palabra del Dia

rigoleto

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