United States or Mozambique ? Vote for the TOP Country of the Week !


Eres un bendito; y si vivieras siempre con nosotras y no te pasaras la vida entre protestantes y ateos, serías otro. ¿Pero no sabes que me voy mañana? ¿Te vas?, ¿de veras? con vivo desconsuelo . Mal negocio. Buscando siempre la frialdad; huyendo siempre del calor de la familia. No, si aquí es donde no me quieren manifestó Moreno con aire sombrío. ¿Que no te queremos?

Gran desconsuelo mostró Celinina al ver que no venían á completar su tesoro las dos únicas joyas que en él faltaban. El padre quiso al punto remediar su falta; mas la nena se había agravado considerablemente durante el día; vino el médico, y como sus palabras no eran tranquilizadoras, nadie pensó en bueyes, mas tampoco en mulas. El 24 resolvió el pobre señor no moverse de la casa.

Sin embargo, un día le enteran de que allá, muy lejos, en Roma, «cuando llevan el Sacramento a los enfermos no lo llevan con la reverencia que es razón». ¿Podré pintar su desconsuelo? Doña Teresa cavila y se desazona; ella estaba ya un poco tranquila, y ahora vuelve a sentirse angustiada. ¡No; eso no puede continuar de ese modo!

Contaremos brevemente el peregrino caso, advirtiendo que esto quizás parecerá en extremo pueril á algunos; pero á los que tal crean, les recordaremos que nada es tan ocasionado á puerilidades como un íntimo y puro dolor, de esos en que no existe mezcla alguna de intereses de la tierra, ni el desconsuelo secundario del egoísmo no satisfecho.

Acerqueme a él, y el infeliz anciano no halló mejor modo de expresar su desconsuelo que abrazándome paternalmente, como si ambos estuviéramos cercanos a la muerte.

Alfonso acaba de volver más descorazonado que nunca por los acontecimientos que le vuelven a sepultar nuevamente en la inacción y la oscuridad. M. de Lagarde, que le conoce, y que hubiera deseado llevarle consigo, no le ha sido posible, y ha partido, para Madrid, dejando a mi pobre hijo en el mayor desconsuelo. ¡Si yo pudiera obtener para mi hijo la resignación que yo poseo!

Pero, ¿qué tienes, hijo? insistió la señora . ¿Estás malo?... ¿Por qué lloras? Un inmenso desconsuelo, que desgarraba el alma en aquella carita de ángel, se pintó en las facciones del niño; con los dientecillos apretados y los ojos rebosando lágrimas y amarguras, contestó al cabo: Porque estoy solo. Mi mamá no ha venido. ¡Nadie ha visto mis premios!...

Maldigo de la política, y juro que nunca he de volver a meterme en ella. Mi amiga Luisa está desconsolada. Ayer estuvo en mi casa, y, al contarme sus cuitas, rompió en llanto. Su gran desconsuelo no está en relación con la causa que lo produce. Mi amiga tiene fáciles lágrimas, y no menos fácil tiene la risa. Con esto queda dicho que es muy sensible a todas las emociones.

Tiene las manos blancas y finas, los ojos dulces, la voz suave, el habla graciosa; sabe tocar el ole en un organito muy mono, y cuando no está mamá delante, habla de cosas mundanas con tanta gracia como decencia. ¿Y fray Pedro Advíncula, va a casa de usted? ... es amigo de lord Gray. Y a usted ¿no la prepara para algo? A contestó la muchacha con profundo desconsuelo a , para nada.

¡Me dijo que me fuera!... ¡Me dio dos pesetas! gritó al fin el niño con gran desconsuelo; y sollozando amargamente, escondió la preciosa carita en el seno de su madre.