Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de junio de 2025
No te asombres, hija, que bien conocerás por lo que voy a decirte que mi cabeza está buena, tan buena como nunca lo estuvo. Qué, ¿no lo crees?». Fortunata no sabía si creerlo o no. Su miedo no se había extinguido, y esperaba que tras aquellas palabras tranquilas, vinieran otras airadas y sin pies ni cabeza. No dijo nada, y siguió protegiendo a su hijo, en actitud de defenderle al primer ataque.
Luisa, sin embargo, se resolvió a hacer lo que pretendía a despecho de su amiga, y llegándose a Lola, le dijo: Mira, Asunción tiene que decirte una cosa; ve a sentarte junto a ella. Lolita se vino hacia la melancólica niña y le preguntó cariñosamente tocándole la cara: ¿Qué tienes que decirme, Chonchita?
D.ª Carolina volvió de nuevo su fisonomía condescendiente hacia Timoteo, dibujándose en ella otra dulce sonrisa. Sí, hija mía, sí. Es una cosa seria lo que tiene que decirte. Abre. Ni seria ni risueña: no quiero oír nada repuso Presentación. Que se vaya. D.ª Carolina sonrió nuevamente y apretó la mano del violinista.
Sube pronto... tengo que decirte una cosa. ¿Una cosa?... Una cosa, sí; una cosa tengo que decirte. La Nela subió y Teodoro no se creyó triunfante hasta que pudo asir fuertemente su mano para llevarla consigo. Domesticación Anduvieron breve rato los dos sin decir nada.
Mariano quiso contestar que no trabajaría más a jornal; pero Bou tenía tantas ganas de decir algo, que le cortó la palabra con la suya inagotable, diciéndole así: «Aprovecho esta ocasión para decirte que tu hermana es una loca, una mal agradecida, una mujer ligera, una tonta, una disipadora, una cabeza destornillada.
Yo conozco bien lo que son los pueblos de corto personal. Resulta que el alcalde, y si no el alcalde el médico y si no el juez, si lo hay, te hacen tilín, y no quiero decirte nada. En último caso, tanto te aburres, que te da un toque y caes con el señor cura... Quita, quita, ¡qué asco!
Yo debo decirte que no sé qué ha sido peor para mí, si mi vida pasada de casado, o mi vida presente.
Entonces debo decirte francamente que estoy en una situación de ánimo nada a propósito para prestar atención a tus palabras, no obstante el gran interés que me inspira todo cuanto te concierne. Siendo así, permíteme que te pregunte a mi vez si por mi parte puedo prestarte ayuda de algún modo. No es fácil, por desgracia.
Después de lo que acabo de decirte, confiesa que es una ironía muy cruel y muy inmerecida. Pero, Dios mío, mi querida prima, dijo Roussel con algún embarazo; me haces más culpable de lo que lo he sido. Si hasta ese punto te horrorizaba el celibato, con tu fortuna, hubieras podido sustituírme con ventaja. Por falta de hombre el matrimonio no fracasa. Ninguno me agradaba sino tú.
Te conozco bien y no me dejo engañar. El aderezo se devolverá y en su lugar vendrá otro a mi gusto y al tuyo... Dejemos el aderezo... Algo tenía que decirte y ya no me acuerdo... ¡Ah, sí! Es necesario que escribamos a tu tío Rodrigo, pues según la carta que de él recibí hoy, no sabe todavía el día en que nos casamos. Creo que debemos escribirle los dos en una misma carta, ¿no te parece?
Palabra del Dia
Otros Mirando