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Actualizado: 17 de junio de 2025


Media hora duró la conversación, y debieron de entenderse, porque al despedirse, don Juan decía: Marearle un poco, mucha conversación, nada de hacerle concesiones, de cuando en cuando una dedadita de miel... y, sobre todo, que lo sepa su mujer. Vaya usted descuidado: le voy a volver tarumba. <tb>

Lope de Vega apostrofa de esta suerte, en su Laurel de Apolo, al capitán Virués: «¡Oh ingenio singular! en paz reposa, A quien las Musas cómicas debieron Los mejores principios que tuvieron; Celebradas tragedias escribistePoca importancia debe darse también al título de tragicomedia, que suele preceder á algunos dramas españoles.

¡Oh! ¡No tenéis absolutamente la intención de hacer esa tontería! dijo Priscila doblando el vestido que acababa de quitarse y colocándolo en la caja . ¿Para quién habría trabajado yo entonces, cuando muera nuestro padre, si se os pone en la cabeza quedaros solterona, porque ciertas personas no son mejores de lo que debieron ser?

En la parte inferior de estas últimas capas, y en un pequeño trecho lleno de carbon de leña, encontré gran número de fragmentos de vagilla de barro cocido, cuyas formas revelaban aun el uso á que estaban probablemente destinados los vasos y demás útiles que tales tiestos debieron componer.

No pretenderé yo, á pesar de lo expuesto, que debieron morir y no resucitar nunca la lengua catalana y la lengua portuguesa. Portugal persistió y persiste como nación. Su historia, muy parecida á la de España, no es menos grande. Su literatura, proporcionalmente, he de conceder que es original y rica como la nuestra, y que tiene su carácter propio y sello nacional que la distingue.

La entrada costaba tres reales, y las noches de estrenos de óperas ó de iluminación, llegaba á una peseta. Los Lombardos debieron gustar bastante al público, pues la ópera se representó, después del día de la inauguración, en cuantas noches hubo espectáculo hasta el 2 de Enero de 1848 y á la citada obra siguieron Sonámbula, Atila, Lucrecia Borgia, Hernani y Favorita.

Siendo así, puede asegurarse que no debieron vivir mucho en la memoria del pueblo, pues no hay testimonio auténtico alguno, del cual se desprenda, que se compusiesen en los siglos subsiguientes poesías de esta especie.

Bien entrado ya en la espesura de los bosques, donde no había huella alguna de habitación, comenzó a cantar, modulando una voz de tenor de tan singular dulzura y un pattus tan suave y tierno, que los pitirrojos y pardillos debieron pararse a escuchar sus notas. La voz de don Jacobo no era una voz cultivada.

Las lágrimas debieron agolparse en mis ojos, supongo, porque con un impulso de súbita simpatía, una explosión de ternura femenina que vibraba tan fuertemente dentro de su noble ser, colocó su mano cariñosamente sobre mi hombro y dijo, en una voz tranquila, serena y baja: No podemos revocar lo pasado, ¿para qué entonces pensar en ello? Proceda como le pedí en mi carta que lo hiciera.

Fuése el ministro, y es de creer que se fué satisfecho por haber dicho cosas que sólo en aquellos momentos de irritación y sobresalto se hubiera atrevido á decir al Soberano. Feliú era hombre tímido, y es la verdad que á su indecisión se debieron muchos de los lamentables sucesos ocurridos en aquel trastornado período.

Palabra del Dia

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