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Actualizado: 13 de mayo de 2025
Inclinóse para levantar al infeliz y oyó el ruido de los dardos que caían á bordo, semejante al que produce la lluvia de otoño sobre las hojas secas del bosque. ¡Redes de malla á popa! ordenó el barón. ¡Y otro hombre al timón! dijo imperiosamente el capitán.
El Duque con la primer tropa de vanguarda vino cerrando contra un escuadron de infantería, que estaba de la otra parte de los campos empantanados, y con la furia que la caballería llevaba se metió sin poderlo advertir en medio de ellos, y al mismo tiempo los Almugavares sueltos y desembarazados con sus dardos, y espadas se arrojaron sobre los que cargados de hierro se rebolcaban en el lodo y cieno con sus caballos.
Finalmente después de heridos, los ciudadanos desesperados de poderles rendir, se resolvieron de quemar todo el edificio y torre. Diéronle fuego por todas partes, y en poco rato se encendió con gran ruina del edificio. Por entre las llamas y el fuego arrojaban piedras y dardos, y medio abrasados peleaban.
Entonces sí que en sus mejillas había fuego y en sus ojos dardos. En Vetusta no podía saciar esta pasión; tenía que contentarse con subir algunas veces a la torre de la catedral. Solía hacerlo a la hora del coro, por la mañana o por la tarde, según le convenía.
Si le he proporcionado alguna pena será que él se la habrá buscado. Eso mismo le he dicho yo.... Pero, en fin, creo que el enfermo ya está en vías de curación y que no se pondrá más al alcance de sus dardos.... Le veo bastante más alegre y despreocupado de algunos días a esta parte. Castro trabajaba sinceramente y de buena fe por su amigo.
Llevaban consigo hijos y mujeres, testigos de su gloria, ó afrenta, y como los Alemanes en todos tiempos lo han usado, el vestido de pieles de fieras, abarcas, y antiparas de lo mismo. Las armas una red de hierro en la cabeza á modo de casco, una espada, y un chuzo algo menor de lo que se usa hoy en las compañías de arcabuceros, pero la mayor parte llevaban tres ó cuatro dardos arrojadizos.
Casada fuisteis, señora, dijo con tristeza el galán, y para amargura mía, que las venturas concedidas a otro, aunque pasadas y lícitas, y aun santificadas por el matrimonio, dardos son de celos y ponzoña de despecho, para el que bien ama y ser quisiera el único en el amor de la que adora.
Así, mientras los musulmanes se defienden desesperadamente en la ciudad alta molestando á los cristianos con hondas, flechas, dardos y catapultas, mientras la corte de los califas lanza su postrer grito de agonía entre el clamoroso estruendo de los lelilís, tambores, bocinas y clarines, el amir Aben Hud, último vástago de una gloriosa dinastía , va á encontrar la muerte en manos de un correligionario traidor, y el hijo santo de Berenguela va á sentar sus reales en el campo de Alcolea como águila que se cierne sobre la presa.
Desde el fondo de aquella galería subterránea dirigió terribles dardos contra el presidente del Consejo de ministros, que no le había dado una cartera en la última crisis. Salabert contestó con palabra estropajosa dando las gracias, echándose por los suelos. Para llegar al puesto que ocupaba no tenía otros méritos que el trabajo y la honradez.
Empiezan la batalla con los dardos: cuando siguen al enemigo, arrojan corriendo el palo á los pies para que caiga: si cae vivo ó muerto, le cortan la cabeza con gran presteza, despues guardan el diente en el cincho, ó en lo que llevan para este efecto: luego á la cabeza quitan todo el pellejo, con el pelo, y bien seco le ponen en una pértiga larga que cuelgan en los templos, en memoria de su hazaña, como nuestros capitanes hacen con sus trofeos.
Palabra del Dia
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