Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de julio de 2025


Aquello podía tomarse por un favor. Santos era joven, buen mozo é hidalgo, y las mujeres, aun las de más alto coturno, han dado en todos tiempos tales ejemplos...

¡Cuánto habría dado el criminal por que cada mirada suya fuera una saeta! Quería despedir muertes por los ojos. Cogió un ladrillo, y apuntando a la por tantos títulos respetabilísima cabeza del apóstol de la Beneficencia oficial, lo disparó con tan funesta puntería, que el buen señor gordo gritó: «¡Carástolis!», y estuvo a punto de caer desvanecido. Testigos respetables dicen que en efecto cayó.

«¡Y yo que no he visto nada, nada! exclamaba Obdulia con tristeza, poniendo en sus bellos ojos un desconsuelo infantil . Crea usted, amigo Ponte, que ya me habría vuelto tonta de remate, si Dios no me hubiera dado la facultad de figurarme las cosas que no he visto nunca. No puede usted imaginar cuánto me gustan las flores: me muero por ellas.

Y los hermosos ojos de la reina se llenaron de lágrimas. Por estas cartas hubiera yo dado mi vida añadió . Y dime, Clara, al saber que yo ansiaba tanto tener esas cartas, ¿no has sospechado de ?

Yo soy clara como el agua, vamos... y no se me murieron en las manos, ¡porreta!, sino dos, en la edá que tengo.... Después los médicos hablan.... Y yo cuanto puedo hago, y unturas y friegas de Dios llevo dado en ella.... Al afirmar esto, la comadre se limpiaba a las caderas sus gigantescas manos pringosas. ¿Habrá que avisar al médico? gimoteó la tullida.

Y, volviéndose a Sancho, le dijo: -Perdóname, amigo, de la ocasión que te he dado de parecer loco como yo, haciéndote caer en el error en que yo he caído, de que hubo y hay caballeros andantes en el mundo.

Acudió fielmente la muerta á esta cita que él mismo la había dado en su imaginación.

» ¿Esa es tu última palabra? pregunté, por conclusión, a Pepe Guzmán . ¿Te ratificas en ella? ¿Estás bien seguro de que el consejo que me has dado es el que yo debo seguir? » Es mi última palabra me respondió con la mayor entereza ; en ella me ratifico, y estoy seguro de que el consejo que te he dado es el que nos conviene que sigas.

Cada pie de paliza la hemos dado, que algunas veces se iba a la cama y no podía levantarse en cuatro días. ¡No la hemos dejado pasar una!... Ahí está ella que no me dejará mentir.

Mostraba entre las puntillas de la camisa sus pobres pechos de tísica, que apenas si se destacaban con ligera hinchazón sobre el mísero costillaje. Era una criada que había dado a luz una niña; una pobre bestia de trabajo convertida en madre por el capricho momentáneo del señorito. La chaquetilla de señora que le servía de abrigo en el hospital era tal vez la única recompensa de su caída.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando