Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de julio de 2025


En ninguna encontró aquella rara mezcla de amor ardiente y de cariño impecable, aquella voluptuosidad empapada de ternura, ni aquel sensualismo exento de vicio. ¡Los labios de fuego, las miradas castas! ¡Ah, necio y mentecato, que por propia culpa la perdió! «Ella..., ella ha hecho bien en casarse, o en regalarse a quien le haya dado gana.

Rebasaba ya bastante de los cuarenta años: había dado de repente el bajón de que no se libra bicho viviente, por mucho que se emperejile y se defienda; y a este fracaso se atribuyó la retirada, creyendo que la Montálvez se apresuraba a dejar el mundo antes que el mundo la dejara a ella. No era cierta la suposición ni bien fundado el motivo.

No creerían más que la verdad, chica dijo Paco. ¿Ya no te acuerdas que has dado oídos a un procurador eclesiástico llamado don Máximo, y después que éste se iba de tu casa hablabas con el teniente Paniagua por el balcón?

Desgarradores fueron los gritos que en aquella ocasión lanzó donna Olimpia, al considerar que se ahogaban sus más bellas esperanzas. Donna Olimpia tuvo, sin embargo, que callarse, porque el corsario, brutal e iracundo, la amenazó con arrojarla también al mar si no se callaba. De lo que ocurrió al día siguiente ya hemos dado cuenta. Ya sabemos cómo el corsario pagó de una vez todos sus delitos.

Me repuse, sin embargo, al verla más dueña de misma y le hablé lo más sosegadamente que pude de la alarma que me había dado Oliverio. Cuando pronuncié ese nombre me interrumpió. ¿Vendrá? dijo. No lo creo repliqué. Por lo menos en unos cuantos días. Hizo un gesto de desanimación absoluta y los tres caímos en el más penoso silencio.

Aquí, como en todas partes donde la gente pobre tiene muchos más perros de los que puede mantener, las casas son todas las noches merodeadas por perros hambrientos, a que los peligros del oficio un tiro o una mala pedrada han dado verdadero proceder de fieras. Avanzan al paso, agachados, los músculos flojos. No se siente jamás su marcha.

Madame Récamier, a quien dicen que me parezco, me he dispensado una acogida excelente; he asistido en su casa a una lectura que ha dado M. de Chateaubriand, quien ha leído una tragedia titulada «Moisés»; la figura de este grande hombre me ha impresionado más que sus versos: tiene el aire majestuoso de un rey en medio de su corte.

Se apiadó al enterarse de lo escasa que era su prole; sonrió un poco ante el entusiasmo con que el viejo hablaba de su hija, saludando á Fraulin Chichí como un diablillo gracioso; puso el gesto compungido al saber que el hijo le había dado grandes disgustos con su conducta.

La casa no tenía puertas sino en la pieza que habitaba mamá, pues como había dado desde el principio en tener miedo, no hice otra cosa, en los primeros días de urgente instalación, que aserrar tablas para las puertas y ventanas de su cuarto.

Hasta agora no he tocado derecho ni llevado cohecho, y no puedo pensar en qué va esto; porque aquí me han dicho que los gobernadores que a esta ínsula suelen venir, antes de entrar en ella, o les han dado o les han prestado los del pueblo muchos dineros, y que ésta es ordinaria usanza en los demás que van a gobiernos, no solamente en éste.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando