Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de junio de 2025
En la que menos hay 30 indios, que con sus mujeres, muchachos y muchachas regularmente pasan de 70 personas, aunque no tengan que cuidar arriba de 20.000 animales de todas especies, cuando entre españoles con una docena de peones estaría bien servida una estancia semejante.
Hace también voto de obediencia a su propio marido y de castidad, puesto que tampoco le es permitido dar oídos a la menor palabra amorosa de otros hombres. Se consagra igualmente a la caridad, que ejerce a la par con su marido, sus hijos y sus criados, a quienes tiene obligación de cuidar en sus enfermedades, e instruirles, dándoles buenos consejos.
Aquélla que no se guarda á sí misma, no es guardada; y mujeres hemos visto muy honestas que por no cuidar de su nombre le han visto manchado sin motivo. La opinión es lo primero: cuidad de vuestra fama, porque cuando se habla de una mujer, nada le queda ya, y su misma inocencia no la consuela.
Una casita a la orilla del mar, bañada a todas horas por la brisa, un jardinillo que cuidar, un pedazo de pan que llevarnos a la boca y salud para correr y saltar por los campos. ¡Era lo bastante para ser felices! Entraron en pleno idilio.
Un día que hablábamos de eso salió diciéndome: «Sí, señora, ¿por qué no?» Y es muy capaz de ser un modelo de hermanas de la Caridad; lo mismo para enseñar a los niños, que para cuidar a los enfermos. El señor Cura dijo el otro día, en casa de don Román, que no hay en las Conferencias de San Vicente otra socia como Angelina.
Los que tratan del buen uso de los sentidos suelen advertir que es preciso cuidar de que alguna indisposicion no afecte á los órganos, y así se nos comuniquen sensaciones capaces de engañarnos, esto es sin duda muy prudente, pero no tan útil como se cree.
»Con tal intensidad se ha posesionado de él este deseo, que me ha dado encargo de hacer a Felisa la proposición siguiente: »Dice que, según ellos convinieron, Felisa debe tener arreglados todos los documentos necesarios para la boda, y que como él tiene también corrientes los suyos, el matrimonio se puede celebrar en Madrid por poderes, luego de lo cual espera que ella venga inmediatamente a París, no a pasar una luna de miel, sino a cuidar a su marido enfermo.
¡Tú soldado! exclamó el cura; pero no eran esas las miras de tu padre... Muchas veces, en presencia mía, tu padre hablaba de tu porvenir, de tu carrera: debías ser médico, como él, médico de aldea, médico de Longueval... y como él asistir a los pobres, y como él cuidar a los enfermos. Juan, hijo mío, acuérdate. Me acuerdo, me acuerdo.
Cultivar el buen gusto no significa sólo perfeccionar una forma exterior de la cultura, desenvolver una actitud artística, cuidar, con exquisitez superflua, una elegancia de la civilización.
Pero él comprendió lo que decía y lo que callaba y declaró que el principal deber por entonces era librarse del peligro de la muerte. ¿Quiere usted un suicidio? ¡Oh, no, eso no! Pues si no hemos de suicidarnos, tenemos que cuidar el cuerpo, y la salud del cuerpo exige otra vez... todo lo contrario de lo que usted hace.
Palabra del Dia
Otros Mirando