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Actualizado: 13 de julio de 2025
Abramos un corto paréntesis para referir lo que había pasado pocas horas antes. A las siete de la noche, cruzando Benedicta por la esquina de Palacio, se encontró con Aquilino. Ella, lejos de reprocharle su conducta, le habló con cariño, y en gracia de la brevedad diremos que, como donde hubo fuego siempre quedan cenizas, el amante solicitó y obtuvo una cita para las diez de la noche.
Cuando la estacion lluviosa se halla muy avanzada, se puede ahorrar una tercera parte de camino saliendo en canoa desde la misma mision, y cruzando la llanura en línea recta hasta llegar á un arroyuelo llamado Oquire, que va á desembocar por la derecha en el rio Blanco, el cual conduce luego hasta el Cármen. NUESTRA SE
Costábale trabajo resolverse, y permanecía refugiada en el rojo dosel de la cortina, cruzando las manos sobre el peinador de percal blanco, que rayaban con doble y largo trazo, como de tinta, sus sueltas trenzas.
El señorito de Limioso, tradicionalista inveterado, como su padre y abuelo, había hecho dos o tres misteriosas excursiones hacia la parte del Miño, cruzando la frontera de Portugal, y susurrábase que celebraba entrevistas en Tuy con ciertos pájaros; afirmábase también que las señoritas de Molende estaban ocupadísimas construyendo cartucheras y no sé qué más arreos bélicos, y a cada paso recibían secretos avisos de que se iba a practicar un registro en su casa.
Ibamos cruzando el Pacífico, cuando se nos sublevaron los chinos, y no sé si ellos o alguno de la tripulación mataron a Zaldumbide y al médico holandés. Hubo luego una serie de luchas y de reyertas entre parte de la tripulación, que era enemiga de la otra; pero, al fin, se pudieron arreglar estas diferencias y yo me encargué del mando de El Dragón.
Y ábrazados llorarán lágrimas de perdón exclamó el padre muy conmovido y cruzando las manos. ¡No! gritó Navarro, y aquella sílaba sonó como un tiro. El jesuita se quedó perplejo, mirando a su amigo con espanto.
Saliendo de San-Pedro, se camina hácia el este como una legua de llanuras hasta pasar por un puente el arroyo de Tamucu, no léjos del cual se encuentra el puerto en un bañado bastante grande, sobre cuyos bordes aparece la casucha del guarda: se andan todavía tres cuartos de legua, cruzando por este bañado hasta que se presenta el Mamoré, el cual se costea hasta la embocadura del rio Tijamuchi, situado sobre la ribera izquierda.
¡Ah! ¿No es superiora? respondí distraídamente, no dudando que en aquel cambio alguna parte había tenido el bailoteo de Marmolejo. No, señor; hoy es la última de las hermanas. Pase usted. ¡Arrea! dije para mis adentros, cruzando por delante y metiéndome por la primera puerta que hallé. Phs, phs... Por ahí no; por esta otra puerta.
La alegre embriaguez de Maltrana hacíale contemplar a Feli con ojos amorosos. ¡Qué hermosa la veía en el desorden del sueño, con el pelo alborotado y las mejillas sonrosadas, mostrando su pecho de suave palidez de camelia por entre las modestas puntillas de la camisa, cruzando tras la cabeza el marfil de sus redondos brazos! Era la musa de la juventud.
El rayo se agitaba de un lado á otro, haciendo que la niña pareciera más ó menos confusa, ya como una criatura humana, ora como una especie de espíritu, á medida que el esplendor desaparecía y retornaba. Oyó la voz de su madre, y se dirigió á ella cruzando lentamente la selva. Perla no había hallado largo ni fastidioso el tiempo, mientras su madre y el ministro estuvieron hablando.
Palabra del Dia
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