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Actualizado: 21 de mayo de 2025
En la escuela los muchachos le miraban como un ser superior que por bondad descendía a educarse entre ellos. Una plana bien garrapateada; una lección repetida de corrido, bastaban para que el maestro, que era del partido para cobrar el sueldo sin grandes retrasos, dijera con tono profético. Siga usted tan aplicado, señor de Brull. Usted está destinado a grandes cosas.
Pero, señor don Adrián díjole su amigo chanceándose : usted se ha corrido mucho, se ha despilfarrado... porque un yacht de esas condiciones, no se compra con dos cuartos. ¡Caray! ¡Yo lo creo!... Pero no se piense usted que el pobre boticario... ¡Quiá! ¡Pues están los tiempos, gracias a Dios, para esas sangrías... caray, caray! No, señor.
Decía que la indiscreción del chinchoso de su hermanito, llegado justamente en el momento en que estaba tratando con su amiga de los puntos más delicados, por poco hace fracasar las negociaciones. El hermanito empalidecía escuchando aquel horrible peligro que había corrido sin saberlo.
Solamente al oirle dirigirle la palabra en inglés, hizo un movimiento de sorpresa tan perfectamente ejecutado, que Cristián se quedó lleno de admiración. ¡Ah! ¿El señor de Tragomer, creo? dijo. Le ofreció la mano, que él estrechó, y con una soberbia tranquilidad y voz tranquila y pura, prosiguió: Hemos corrido bien los dos desde la noche en que nos conocimos...
Martín explicó a su novia como no le era posible desatender la invitación, y dejando a Bautista y a Catalina fué en compañía del oficial. La casa de la señora de Briones estaba en una calle céntrica, con soportales. Rosita y su madre recibieron a Martín con grandes muestras de amistad. La aventura de su llegada a Logroño con un una señorita y una monja había corrido por todas partes.
Al ver una choza sobre un montecillo de arena, entre retamas verdes; al ver una casita oculta en un bosque de madre selva, el viajero no puede menos de exclamar: ¿quién sabe si ahí respira la mujer ideal que yo he soñado, esa sombra del alma tras la cual he corrido, esa misteriosa armonía que todos los hombres hemos escuchado en nuestro corazon?
En cuanto á pinturas de la capilla, el altar mayor y los muros laterales contienen obras verdaderamente maestras de Roelas, Pacheco, Alonso Cano y otros artistas que tuvieron justa celebridad en España. Es bien digno de notar que el arte de la pintura ha corrido siempre parejas con el movimiento caballeresco y religioso de los pueblos.
Y si te parece que has de aniquilar tu sangre por mezclarla con la mía, considera que pocas o ninguna nobleza hay en el mundo que no haya corrido por este camino, y que la que se toma de las mujeres no es la que hace al caso en las ilustres decendencias; cuanto más, que la verdadera nobleza consiste en la virtud, y si ésta a ti te falta, negándome lo que tan justamente me debes, yo quedaré con más ventajas de noble que las que tú tienes.
Sale don Bernardino, receloso, y don Raimundo, desconfiado, y Rocchio, un corredor que teme ser corrido, y la turba de jovenzuelos bulliciosa; la ceremonia ha concluído y parece oírse el galop final de endiablada orquesta.
Y la figura del padre se transformaba y reconocía á Basilio, agonizando y dirigiéndola miradas de reproche. La desgraciada se levantaba, oraba, lloraba, invocaba á su madre, á la muerte, y hubo un momento en que, rendida por el terror, á no haber sido de noche habría corrido derecha al convento, suceda lo que suceda.
Palabra del Dia
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