Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 6 de junio de 2025


Meses después, Elisa Félix dejaba la escuela de canto para concurrir á la clase libre de declamación que explicaba Saint-Aulaire, comediante meritísimo, frío, correcto, cuya técnica había de dejar en el espíritu de su discípula huella perdurable y excelente.

D. Basilio, correcto en el vestir, como siempre, de color de manteca el gabán entallado; sonriente; de expresión espiritual boca y mirada, dejaba pasar una tormenta de espanto y rebeldía contra los designios de la naturaleza a que se entregaba Emma, que se apretaba la cabeza desgreñada con las manos crispadas, y llamaba a Dios de y con un tono que parecía de injuria.

Dejemos pasar un largo y correcto discurso de M. Doncet, que el anciano lee en voz tan baja, que es penoso alcanzarla. Un gran movimiento se hace, el silencio se restablece y una voz fuerte, ligeramente áspera, empieza así: «Hay un día en el año, señores, en que la virtud es recompensada». Es M. Renán quien habla. Un vago enjambre de recuerdos vienen a mi memoria y agitan mi corazón.

»Espero que ya estará completamente tranquilo por la salud de su amiga, la señora Husson, que tantas inquietudes le causó. ¡Qué buena idea ha tenido para restablecerse, de hacerse acompañar por usted a Ascot, en los días de carreras!» Y la carta terminaba con un correcto y trivial adiós. Cuando terminó la lectura, Huberto se sintió algo indignado.

Llegaba, y parado en la puerta, bajo el carcomido dintel, se detenía atusándose el bigotazo. Al verle yo, se inclinaba, quitándose el sombrero, me dirigía correcto saludo, siempre acompañado de una picante alusión a la disputa de la víspera, y luego, en voz baja me decía: ¿Está el tío? El tío era el abogado. Así llamaba a un superior cuando hablaba de él con quienes le estaban sometidos.

Algunas señoras de la clase de parlamentarias, que acudían todas las tardes de bronca, rumiaban caramelos y miraban con extrañeza a aquel viejo de terrible fama, cuyo nombre jamás se pronunciaba en sus tertulias, admirando su aspecto bondadoso y la natural distinción con que llevaba la levita. ¡Parecía imposible!... En la tribuna diplomática sólo quedaba una señora lujosamente vestida, con un gran sombrero de plumas negras, tras el cual casi desaparecía un joven rubio, peinado en bandós, correcto y estirado.

Tranvías, carros, fiacres, carruajes de lujo, todo vehículo se detiene en el acto y los niños atraviesan tranquilos y sin peligro la calzada, guiados por el amor del pueblo, representado en ese momento por el correcto funcionario.

Sólo Alejandro fue tolerado, cedido por don Benito, a cuyo servicio estaba desde su célebre colisión con mi tía. La casa fue transformada: todo el menaje de los tiempos prehistóricos de Pavón fue modificado por un mobiliario moderno del más correcto gusto contemporáneo.

D. José Antonio Conde en su Historia de la dominacion de los árabes, etc. Dice que se hallaba á cinco millas de Córdoba, Guadalquivir abajo. Es esta dehesa propiedad de los marqueses de Guadalcázar, no sabemos desde cuándo. Nuestro citado amigo D. Pascual de Gayangos, que tradujo del árabe en correcto idioma inglés la historia de Al-Makkarí para la Sociedad asiática de Lóndres.

Y era lindísima: fisonomía suave y aristocrática; perfil correcto; labios ingenuos, expresivos, como entreabiertos levemente por una exclamación de sorpresa; las mejillas con los tintes de la rosa: la cabeza artística y gentil; el cuello delgado y donairoso.

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando