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Actualizado: 18 de mayo de 2025
Que los zoófitos, continuando sus construcciones, podrían reunir un día todas las islas diseminadas por el océano Pacífico. Eso es un desatino, Cornelio; pues, como te he dicho, los zoófitos comienzan a construír en la cima de los montes o volcanes submarinos. Debe de haber muchísimos montes y volcanes bajo las aguas del océano Pacífico.
D. Martin José de Ochoteco. Por el Sr. D. José Martinez de Escobar, se dijo: Que se conformaba con el voto del Sr. D. Cornelio de Saavedra, y que lo tenga decisivo el Sr. Síndico Procurador. Por el Sr. Dr.
D. Andres Dominguez pase en el acto á solicitar del Comandante de Patricios, D. Cornelio de Saavedra, á nombre de este Cabildo, el que se persone en la Sala, á fin de encargarle que aplique su celo á evitar todo tumulto, y conservar el órden y la tranquilidad pública. En este estado, y habiendo salido el Sr.
Dirigieron la vista hacia donde el Capitán les había indicado, y vieron, sosteniéndose en una gruesa rama, un pajarraco negro del tamaño de un cuervo, y que a intervalos regulares daba ladridos tan perfectos que parecían salir de la garganta de un perro. ¡Dichoso país! exclamó Cornelio . No sabía que hubiera pájaros que ladrasen . Por fortuna, son inofensivos. Vámonos a dormir.
Apenas tocó el agua, una ola la levantó; pero, afortunadamente, en vez de estrellarla contra el junco, se la llevó hacia afuera, hasta donde lo permitían las amarras. ¿Resiste? preguntó Van-Stael. Se mantiene a maravilla sobre las olas respondió Cornelio. ¿Hace agua? Hasta ahora, no. Baja, Hans.
Es una olutaria bankolungan dijo el Capitán . Es una especie muy apreciada, y que los chinos pagan bastante cara. Y ¿cuál es la conformación de esos moluscos? No les veo ni cabezas ni ojos. No tienen cabeza ni ojos, Cornelio. Tampoco tienen oído ni olfato, pues les faltan los órganos de esos sentidos.
Surcaban aquella luz ciertas líneas o vetas brillantísimas que parecían de oro o de fuego, las cuales tan pronto se encendían como se apagaban y que cambiaban de lugar corriéndose de un lado para otro. De pronto exclamó el Capitán: ¡Costa allí! ¿Detrás de aquel fuego? preguntó Cornelio. No es un fuego; es una espléndida fosforescencia marina.
D. Juan José Casteli, el Dr. D. Juan José Passo, el Dr. D. Mariano Moreno; y en lo militar D. Cornelio de Saavedra: todo esto provisionalmente, hasta la formacion del nuevo gobierno. Por el Sr. D. José Francisco Vidal, se dijo: Que reproduce en todas sus partes el voto del Sr. Dr. D. Luis José Chorroarin. Por el Sr.
¡Ah, tunante! exclamó Van-Horn . ¿Otra vez vuelves?... ¡Eres audaz, monazo! Y se presenta a nosotros con la pintura dijo el Capitán. Y con la corteza del wai-waiga añadió el marinero . Es una verdadera declaración de guerra, señor Van-Stael. Pero ¿qué significa esa lúgubre pintura? preguntó Cornelio. Es su atavío de guerra respondió el Capitán. ¿Y ese trozo de corteza de árbol?
43 Y aconteció que se quedó muchos días en Jope en casa de un cierto Simón, curtidor. 1 Y había un varón en Cesarea llamado Cornelio, centurión de la compañía que se llamaba la Italiana, 2 pío y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.
Palabra del Dia
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