United States or Canada ? Vote for the TOP Country of the Week !


Mirad dijo el piloto. Hans, Cornelio y el joven pescador se acercaron, y con gran sorpresa vieron que aquel tronco estaba lleno de una materia ligeramente rosada y al parecer muy dura. ¿Qué es esto? preguntó Cornelio. Harina; o, si lo prefieres, sagú dijo el Capitán. Lo conozco de nombre y hasta lo he probado en Timor, tío. Te creo, pues en aquella isla se produce también.

¿Y qué hará con ellas? preguntó Cornelio . ¿Adornarse quizá la cabellera? No, señor Cornelio. Imitará con esas plumas dos aves del paraíso, que venderá luego a los chinos, a los malayos o a nuestros compatriotas. ¿Que imitará dos aves? Esa es la palabra, señor Cornelio contestó Horn, riéndose. No te comprendo. Me explicaré mejor.

Cabildo, se colocaron á la hora señalada bajo de docel, con sitial por delante, y en él la imágen del Crucifijo y los Santos Evangelios; y comparecieron los Señores Presidente y Vocales de la nueva Junta Provisoria gubernativa, D. Cornelio de Saavedra, Dr. D. Juan José Castelli, Licenciado D. Manuel Belgrano, D. Miguel de Azcuénaga, Dr.

Aquella primera redada consistía en diez olutarias. ¿Qué moluscos son éstos? preguntaron Hans y Cornelio, que se habían agachado para observar mejor. Los trépang dijo el Capitán ; y de los mejores, muchachos. Parecen cilindros rugosos dijo Cornelio. ; pero con tentáculos añadió Hans. El Capitán tomó en la mano uno de aquellos moluscos y se lo enseñó a sus sobrinos.

Para ponderar el alto valor de una cosa se decía que era cara como la pimienta. El papú, Cornelio y Van-Horn, tropezando y cayendo, y mareados por el olor acre de la pimienta, iban abriéndose camino a hachazos, avanzando poco a poco y descansando a cada instante para limpiarse el sudor que les inundaba, pues el calor era insoportable en lo interior de la selva.

Nuestra prisión no durará mucho dijo el Capitán a Cornelio y a Hans, que le interrogaban . En cuanto suba la marea nos pondremos a flote y nos acercaremos a cualquiera de las orillas, antes de bajar por el río. ¿Temes, tío dijo Cornelio , que los piratas nos tengan mucho tiempo bloqueados? Cuando se convenzan de que hemos huído al interior, espero que se vayan. ¿Y si no se van?

¡El estrecho de Torres! exclamó . ¡Horn, Cornelio, Hans... todo el mundo en pie! ¡Hemos atravesado el golfo de Carpentaria! El estrecho de Torres, que separa la gran isla de Nueva Guinea o Papuasia de la región extrema septentrional del continente australiano llamada Tierra de Torres o de Carpentaria, es uno de los pasos más peligrosos y difíciles que existen.

Con sus parangs, que son unos machetes muy pesados y cortantes, pueden hacerlo facilísimamente. ¡La caída que daríamos sería buena! Mortal, señor Cornelio. Salgamos dijo el Capitán . No hay que dejar que se acerquen. Salieron del interior de la choza y se asomaron a la barandilla de bambú del corredor, desde donde podían distinguir todos los alrededores.

El chino, Hans y Cornelio ayudados por el viejo piloto, pusieron manos a la tarea.

Déjame a , Cornelio le dijo . De seguro no está solo, y detrás de esas rocas puede esconderse una tribu. , Van-Horn, reúne a los chinos junto a las chalupas, y vosotros, sobrinos, a la lantaca.