Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de mayo de 2025
Vista mi inocencia, dejáronme, dándome por libre, y el alguacil y el escribano piden al hombre y a la mujer sus derechos; sobre lo cual tuvieron gran contienda y ruido, porque ellos allegaron no ser obligados a pagar, pues no había de qué ni se hacía el embargo. Los otros decían que habían dejado de ir a otro negocio que les importaba más, por venir a aquel.
Casimiro, tío de las dos Princesas, que se hacen la guerra, ha llegado ya para poner fin á su contienda; al ver á Leonido, que, como salvador de Arminda, tiene libre entrada en el palacio, experimenta hacia él extraña simpatía. Leonido se queda anonadado; pero su amigo le hace volver en sí de su asombro, y se ofrece á tomar sus armas, y, fingiendo ser Leonido, á pelear con él.
En respuesta sacó Zadig la espada; lo mismo hizo su criado que era valiente, y dexáron sin vida á los primeros Arabes que los habian embestido: dobló el número de enemigos, mas ellos no se desalentáron, y se resolviéron á morir en la pelea. Víanse dos hombres que se defendian contra una muchedumbre; tan desigual contienda poco podia durar.
Este que se le signe, es el curioso Gran DON PEDRO DE HERRERA, conocido Por de ingenio elevado en punto honroso. Este, que de la carcel del olvido. Sacó otra vez á Proserpina hermosa, Conque á España y al Dauro ha enriquecido, Verasle en la contienda rigurosa, Que se teme y se espera en nuestros dias, Culpa de nuestra edad poco dichosa, Mostrar de su valor las lozanias.
El vencedor se aleja á paso rápido del lugar de la contienda, no pudiendo apresarlo Don Luis, pero sí á su criado, de quien averigua con trabajo que el fugitivo es un cierto Don Juan, amante de Doña María, la hermana de Don Luis.
Suscítase entonces una contienda heróica entre los cuatro caballeros: cada uno de ellos quiere salvar á los demás y sufrir la pena. El Rey, que asiste á este altercado sin ser visto, siente tal emoción ante la nobleza de sentimientos de los cuatro caballeros, que á todos concede su gracia y los llama el mejor ornamento de su reino. Doña Ana da su mano á Don Diego, y Doña Flor al Marqués.
El Sol comenzaba á esconderse detrás de las copas de los altos árboles, de que se componía el monte donde tenía lugar la trágica contienda. De pronto un pequeño grupo de rebeldes se deja ver sobre una pequeña loma cercana al lugar en que la caballería se encontraba, el capitán Perdomo no se hizo esperar.
Clara se opone porque su amante no participe de su vergüenza. Mientras tanto, vienen á la casa de Malec el corregidor Zúñiga y Don Fernando de Valor, otro descendiente de los reyes de Granada, que se ha hecho también cristiano, para anunciarle que, hasta la resolución de la contienda suscitada, ha de servirle su casa de cárcel.
Esta contienda se hubiera resuelto de una vez si hubiese aparecido un poeta de primer orden, que se consagrara á cualquiera de estos dos estilos, que dividían á los dramáticos de aquella época, arrastrando á la posteridad con el poder de su genio. No es necesario decir á cuál de ellas se hubiese inclinado.
Subió esta contienda al emperador, y decidió que se hiciese la obra; pero habiendo venido á Córdoba, y visto la iglesia año de 1526, dijo: Yo no sabia que era esto; pues no hubiera permitido que se llegase á lo antiguo; porque haceis lo que puede haber en otras partes, y habeis deshecho lo que era singular en el mundo.» Si el César hubiese podido prever la infeliz suerte que los siglos posteriores tenian reservada á tantos preciosos monumentos de la España musulmana y cristiana, hoy reducidos á polvo por no haberlos protegido una idea poderosa, cualquiera que fuese, de seguro no habria desconocido la conveniencia de la obra que estaba llevando á cabo el cabildo de Córdoba, conservador inadvertido é involuntario del arábigo edificio, puesto que el sacrificio de una pequeña parte iba á asegurar la duracion del todo.
Palabra del Dia
Otros Mirando