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Las diferencias de educación y de clase establecen siempre una gran diferencia de procederes en las relaciones humanas. Esto no lo dice el Decálogo; lo dice la realidad. La conducta social tiene sus leyes que en ninguna parte están escritas; pero que se sienten y no se pueden conculcar.

Faust sabe que Margarita ha hecho perecer al nino que habia dado a luz, esperando por este medio el escusarse la vergueenza de su conducta. Su crimen ha sido descubierto, se le ha puesto en prision, y al dia siguiente debe morir en un cadalso.

Cruda claridad mostrábale ahora las sinuosidades hipócritas de su conducta, el olvido total del deber, las falsas confesiones a los pies del ministro de Dios.

Octavio habló también un rato con la señora que tenía al lado. Mas aunque aparentase indiferencia, claramente se leía en su rostro el disgusto que la conducta ligera de su novia le causaba. Irritado al fin le dió un golpecito en el brazo y le dijo con acento irónico: ¿Con cuál de los dos te quedas? La niña mostróse un poco cortada y respondió mirando para los cartones: ¡Qué tonto eres!

En cuanto al general, cumplido su deber de amistad, de soldado y de español, y altamente satisfecho de su conducta, se volvió a sus reales, es decir, a pasarse todo el día y parte de la noche con un periodista madrileño, desollando al ministro de la Guerra y proporcionando la metralla con que el primero le fusilaba, un día y otro no, desde las columnas de su periódico.

Leemos, pues, en la obra tantas veces citada de Al-Makkari, copiando al historiador Ar-razi, que los conquistadores de Andalucía imitaron la conducta de los generales musulmanes que habian tomado á Damasco, y que lo mismo que estos habian dividido con los Cristianos de Siria el templo principal de dicha ciudad, dividieron ellos con los Cordobeses el templo principal de Córdoba, sobre el cual andando el tiempo construyó Abde-r-rahman la gran mezquita.

Gracias á esta conducta, que pasa de hábil y raya en primorosa, D. Casimiro no había sido despedido; sus amores con Nicolasa habían sido como aurora, como amanecer poético de un día, que no llegó por haberse interpuesto el compromiso con Clarita.

¡Oh! ¡Si vieras qué envidia les tengo! Pero no, no me admitirán. ¿Te negarán ese favor si se lo pido yo?... He salvado del garrotillo al mayor de sus chicos. Los asisto de balde. Me llaman casi todos los días. Entonces les pedirás que me admitan... Hoy mismo; pero ya comprenderás que les he de responder de tu buena conducta. Cuidado... ¡Oh!, yo te juro... Lo que deseo es tranquilidad, paz...

Para esto de chamuscar casadas y encender doncellas no tenía coteja. Gran devoto de San Rorro, patrón de holgazanes y borrachos, vivía, como dicen los franceses, au jour le jour, y tanto se le daba de lo de arriba como de lo de abajo. Mientras encontrara sobre la tierra mozas, vino, naipes, pendencias y francachelas, no había que esperar reforma en su conducta.

Ella nos unió en el sentimiento del bien, nos reveló el amor y la fraternidad humana. Después... nos hemos abrazado como hermanos. Su conducta, su aceptación del castigo servirán de ejemplo al mundo. Y yo estoy convencido de que debo renegar de mis desesperadas ideas de un tiempo; que debo proclamar las buenas enseñanzas que ella me inculcó... Habían bajado hasta Ouchy.