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Actualizado: 9 de junio de 2025
Esta, lejos de conducirnos á la exclusiva unidad de la substancia, nos muestra por todas partes la multiplicidad. Nada de esto observamos ni en el mundo externo, ni en el interno; antes una experiencia constante nos ofrece todo lo contrario.
Inventando juegos nuevos, haciendo gestos verdaderamente estrambóticos, gracias a sus nada clásicas facciones, o contando cuentos jamás imaginados, nos hacía gratísimas las horas del atardecer y, llegada la hora, sabía conducirnos suavemente al mundo de los sueños.
Lo mejor que podemos hacer es separarnos y seguir cada cual nuestro camino que respectivamente habrá de conducirnos a la vida y a la tumba. El doctor hizo aquí una breve pausa y luego prosiguió: Ahora voy a decir cómo pienso emplear los pocos días que me restan de existencia. Desde hoy viviré solo con José, mi criado más antiguo, en Ville d'Avray.
El saludable efecto de sus palabras se desvaneció rápidamente, y recaí en mis negros pensamientos: mi tío, protestando siempre contra las mujeres, las sobrinas, sus cabecitas flojas y sus caprichos, hablaba de conducirnos a París para distraerme, cuando felizmente se precipitaron los acontecimientos.
Eran las dos de la tarde cuando partíamos de Mayenza, á bordo de un hermoso vapor que, descendiendo el Rin, debia conducirnos hasta Coblenza.
Un ómnibus debía conducirnos á Kehl, como al entrar á Francia. En la ribera izquierda del Rin se repitió la operacion anterior, de manera que pasamos el puente bajo la guardia de un gendarma badense, despues de consignar en el territorio frances pasaportes y equipajes.
La medicina, iluminada por todas las ciencias auxiliares, logrará darnos métodos, direcciones para conducirnos con prudencia á esa nueva ruta. Estas cuestiones previas, llamarán más y más cada día la atención de los iniciados en la ciencia de curar. La extrema rapidez de los viajes por ferrocarril es cosa antimedical.
¡Dios acoja su alma! Y ahora, á defendernos y sobretodo á defender á una dama que necesita de todo nuestro esfuerzo. Aquí llega quien quizás pueda servirnos de guía por estos corredores y aun conducirnos fuera de la fortaleza. En la cual no tardaremos en morir asados si no la dejamos pronto, agregó Duguesclín.
Los primeros albores del nacimiento del 10 de Julio de 1871, apenas se transparentaban por las conchas de mi alcoba, cuando fuí despertado por el criado, anunciándome que las bancas estaban listas en el estero para conducirnos abordo.
El digno Inglés roncaba aún con toda la energía de un opulento abdómen, y nuestros dos Franceses disputaban todavía con calor sobre sus proyectos de vida parisiense, cuando el tren se detuvo en el embarcadero de Dover. Todo el mundo corrió hacia el puerto, en solicitud del vapor-correo que debia conducirnos á Calais, al través del canal de la Mancha.
Palabra del Dia
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