United States or Iraq ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y lo peor era que la adornaba con tales gorgoritos, con tan descabelladas florituras, con cadencias tan detestables, y que los versos eran tan malos, que Chateaubriand hubiera podido citar, con harto derecho a juicio de conciliación, al poeta, al compositor y al cantor, como reos de un abuso de popularidad.

No se habían cumplido los nueve años desde dicha conciliación que se celebró el de 1679, cuando por alta Providencia Divina comenzó a rasgarse otra vez el velo de la hipocresía y descubrirse la reconcentrada abominación de la obstinación depravada.

A la par de la destrucción de todas las instituciones que nos esforzamos por todas partes en copiar a la Europa, iba la persecución al frac, a la moda, a las patillas, a los peales del calzón, a la forma del cuello del chaleco y al peinado que traía el figurín; y a estas exterioridades europeas se sustituía el pantalón ancho y suelto, el chaleco colorado, la chaqueta corta, el poncho, como trajes nacionales, eminentemente americanos, y este mismo don Baldomero García que hoy nos trae a Chile el Mueran los salvajes, asquerosos, inmundos unitarios, como «signo de conciliación y de paz», fué botado a empujones del Fuerte un día en que, como magistrado, acudía a un besamanos, por tener el salvajismo asqueroso e inmundo de presentarse con frac.

Don Juan, perseguido por la justicia á causa de la muerte de su rival, ruega al padre de Doña María, amigo del suyo, que le conceda un asilo en su casa, escondiéndose en una habitación oculta para escapar más fácilmente; pero Don Diego es pariente del difunto y debe vengar su muerte; Don Luis es causante también de mayor discordia por sus celos de Don Diego, y por las sospechas que tiene de su hermana y de Don Juan; en una palabra, los resortes contrarios que concurren en esta fábula, son tan numerosos, que parece imposible su conciliación; pero el poeta, gran maestro en el arte de desarrollar un argumento, combina de tal modo todos los hilos de esta urdimbre, que, cuando el enredo es más complicado y parece imposible su desenlace, nos presenta éste de repente de la manera más natural y satisfactoria.

Porque él ha estado continuamente suscitando querellas a los Gobiernos vecinos y a los europeos; porque él nos ha privado del comercio con Chile, ha ensangrentado al Uruguay, malquistádose con el Brasil, atraídose un bloqueo de la Francia, los vejámenes de la marina norteamericana, las hostilidades de la inglesa, y metídose en un laberinto de guerras interminables y de reclamaciones que no acabarán sino con la despoblación de la República y la muerte de todos sus partidarios, el nuevo Gobierno, amigo de los Poderes europeos, simpático para todos los pueblos americanos, desatará de un golpe ese enredo de relaciones extranjeras, y establecerá la tranquilidad en el exterior y en el interior, dando a cada uno su derecho y marchando por las mismas vías de conciliación y orden en que marchan todos los pueblos cultos.

Era, pues, un edificio grande sin ser imponente, y cómodo sin caer en la vulgaridad desgraciada de las construcciones modernísimas. Manteníase en un término de conciliación entre la aristocracia y la burguesía, aceptando la altivez fastuosa de aquélla y las inclinaciones prácticas y sensuales de ésta. La casa reflejaba en cierto modo la posición de sus dueños.

Pues yo digo que eres el monstruo, el criminal, el indigno de perdón. Acuérdate de aquellos días del año 13, cuando se dio la batalla de Vitoria dijo Salvador con violencia . ¡Oh! fuiste quien me provocó. ¡Fuiste !. ¡! Repito que . La disputa se agriaba. Salvador quiso calmarla con un ademán de conciliación. Navarro respiraba como quien se va a ahogar.

De ahí viene tambien que en ningún país de Europa es tan evidente como en Francia la conciliacion establecida entre cristianos é israelitas, puesto que á estos se les ve en los altos puestos del gobierno y la administracion, en el ejército, en las Cámaras, en la prensa, las academias, los bancos y todos los negocios, como en la vida civil, alternando sobre la base de la igualdad y la justicia con los que en otros tiempos fueron sus perseguidores.

Ahora comprendo; sólo que como eres tan misterioso... insinuó Balmisa, guiñando maliciosamente un ojo a dos testigos mudos, uno el director de un diario republicano local, en donde colaboraba el sastre, y otro un tendero de pasamanería, que se reían disimuladamente de Belarmino .Has querido decir que la república es un desiderátum, la conciliación de los contrarios y el fiel de la balanza de Astrea.