United States or Malta ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pero sin que pudiera retrasarse ni un día, ni una hora, porque su honor estaba comprometido en casa de Mompous, y en caso de que Rosalía no pudiera cumplir, se vería precisado a pedir el dinero a D. Francisco. «Por Dios... no diga usted tal disparate. ¡Jesús!... Usted se ha vuelto loco-tartamudeó la de Bringas con temblor y sobresalto». Volvió a echar sus cuentas por centésima vez.

Esta vez regresamos en coche, y él, por más esfuerzos que hice para impedirlo, tuvo habilidad suficiente para colocarse a su lado. A me tocó escuchar por centésima vez la descripción de las extrañas dolencias que aquejaban a la madre Florentina.

Estremecida por este pensamiento, Liette tomaba la pluma y escribía: «Señor condeDespués se detenía de nuevo indecisa y turbada. ¿Qué hacer? Estaba dando vueltas en la mente por centésima vez a esta cuestión, cuando se paró a la puerta una «charrette» inglesa y Eva apareció en el umbral conmovida y agitada. La joven, sin más preámbulos, se echó en los brazos de la anciana admirada.

Todo ello viene en derechura del sur de Francia, donde hemos hecho la última campaña. ¿Cuándo esperáis ganar vosotros la centésima parte de ese botín? Rico es, á fe mía, dijo el sacamuelas. Y luego, la posibilidad de embolsarse un buen rescate. ¿No sabéis lo que pasó hace pocos años en las batallas de Crécy y de Poitiers?

=Dósis.= Suele ser insuficiente una centésima parte de una de las tres primeras trituraciones, pudiéndose dar entonces una vigésima; mas en ciertos casos de gastralgia y otras neuralgias, es preferible una sola gota de la sesta. § I. Historia.

Estábamos en el zaguán: padrastro mirando por centésima vez la petaca de plata, mi madre llorando, Inesilla atándome un manojo de flores campestres, yo con los ojos preñados de lágrimas, cuando de pronto mi padrastro me cogió por la mano y, guiándome hasta el fondo del comedor, cerró tras la puerta, dejando entrar a madre; Inesilla se quedó fuera.

La faja de su hermano y la Capitanía general de Madrid, que desempeñó este algún tiempo, habíanle abierto las puertas del beau monde, y allí se había encastillado ella y tomado carta de naturaleza. Villamelón, dando sus pataditas, repetía por centésima vez muy angustiado: ¿Sabes, Curra?... Malo estoy. Fernandito, ¡por Dios!... No me lo digas... Indigestión... El vol-au-vent de codornices.

En los negocios y en el lenguaje comercial de las ciudades la unidad es el bolívar; pero en el habla del pueblo se hace una distinción entre el peso de cuatro bolívares y el fuerte, unidad tradicional que tiene el valor de cinco bolívares. También se usan las palabras centavo, o sea la centésima parte de un fuerte, y real, que tiene el valor de diez centavos.

En aquel momento cortó la interrogación la centésima vez que se le apagaba el tabaco, volvió la cabeza y en perfecto bicol sostuvo una conversación con su criado, conversación que sin duda debió versar sobre lo incombustible de la hoja, ó lo combustible del fósforo, pues tan pronto señalaba la escueta caja como estrujaba la mascada colilla que para llegar á tal estado había pasado por la llama de cien palitos.

Juanito quedó clavado en el suelo por el asombro, con los ojos desmesuradamente abiertos, mirando a un lado y a otro, sin ver nada. Los demás seguían cabizbajos, oyendo por centésima vez la relación del señor Cuadros, que parecía enloquecido por la ruina. ¡, hijo mío! Yo también he estado allí. Aquello es una desolación.