United States or Myanmar ? Vote for the TOP Country of the Week !


Penetrar los misterios de aquella arca santa; ver lo que existía dentro de aquel venerable estuche de recogimiento, de piedad, de silencio, de modestia, de santa unción; acercarme y coger con mis manos aquella imagen celestial de mujer canonizable; alzarle el velo y mirar si había algo de humano tras los celajes místicos que la envolvían; coger para lo que no estaba destinado a ningún hombre y apropiarme lo que todos habían convenido en que fuese para Dios... ¡Qué inefable delicia, qué sublime encanto!... ¡Ay!, fingí, engañé, burlé... Maldita familia... Luchar con ella es luchar con toda una nación... Para atacarla toda la inteligencia y la astucia toda no bastan... Mil veces sea condenada la historia que crea estas fortalezas inexpugnables.

Ni el clamor de las olas, ni su cambiante manto de ópalo y plata y zafiro, ni los hermosos celajes abrasados por los rayos del sol moribundo serenaban jamás por completo su frente.

Cuando se sintió cobijado por las montañas y los celajes de su país, tuvo a la vez una viva emoción de temor y de alegría. Fuese a rendir su viaje a la estación de Rucanto, y, sin detenerse un punto, se dirigió a la casa de doña Rebeca.

Solemnizado interiormente el voto, Sebastián recobró la paz del alma, y acabó su viaje sin tropiezo. Cuando llegó á la aldea, poníase el sol entre celajes de oro; la campiña estaba muda, solitaria é impregnada de suavísima tristeza; todo lo cual es parte á sacar chispas de poesía de la corteza de un alcornoque, y no si pudo sacar alguna del alma de Sebastián.

Una ligera brisa del Sudeste hinchó las velas, murmurando triste entre jarcias y obenques, y compactos y plomizos celajes aparecieron por los horizontes de la aurora, trayendo en su seno la inmensa mortaja que bien pronto cubriría todo el espacio, abriendo una hoja en la historia del ayer, y borrando una página en el libro del mañana.

Aquellos celajes tan diáfanos, tan puros, no eran signos de la tempestad que él temía... Ya está usted obedecido le dijo , en todo y por todo. ¡Si viera usted qué bien me encuentro ahora! Siento hasta calor, y he cobrado fuerzas... Pero huelo a ron que apesto... Lo peor es que no puedo manejarme a mi gusto, porque estoy lo mismo que un bebé: en envolturas. Además, el capuchón por encima.

El tal mozo era la alegría de la casa, y no hay para qué decir cómo fue recibida allí su sonrisa, después de los extraños celajes de la noche anterior.

A esa hora aparecieron por el Noroeste unos celajes negros, sucios, tormentosos; vi, casi al mismo tiempo, que las arboledas y puntas salientes de los montes que cercaban el valle por el lado opuesto, como por la fuerza de un estremecimiento instantáneo se desnudaban de sus envolturas de nieve, las cuales caían en cataratas, levantando al caer blanquísimas polvaredas que arrastraba el aire embravecido ya; y a muy poco rato, que de la nube más baja y más lejana y más negra, se desprendía una masa en forma de cono invertido, y que su cúspide se unía con la de otro que ascendía de la tierra.

Del vago albor que clareaba en las cimas orientales, de las suaves tintas glaucas que todo lo invadían, brotaron lentamente, primero indecisos e indefinibles, luego distintos y bien perfilados, celajes y nubecillas de color de violeta, a través de las cuales vimos que desaparecían las estrellas entre ráfagas de fuego.

De vez en cuando sacaba la cabeza fuera del carruaje y respiraba el aire fresco de la noche para evitar que los sollozos le ahogaran. El misterioso y vago contorno de las ondulaciones del paisaje envuelto en las sombras cambiaba su desesperación en desconsuelo, que poco a poco se iba transformando en melancolía solemne, como los obscuros celajes que se cernían sobre la tierra aun más obscura.