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Actualizado: 8 de julio de 2025
Pero todos eran germanos, y ello bastaba para que el capitán recordase inmediatamente á su hijo, imaginando sangrientas venganzas. Deseó á veces tener en su brazo las fuerzas ciegas de la Naturaleza para borrar de un solo golpe á estos enemigos.
La luz cruda hacia resaltar todos los detalles de una belleza marchita: el rostro con leves arrugas en plena juventud, el círculo de palidez amarillenta en torno de los ojos, el rosa anémico de los labios, el tinte verdoso de la tez, que no habían conseguido borrar los extraordinarios cuidados de tocador de esta mañana.
Batistet, en tanto, con una prudencia precoz, cogía la escopeta y á la luz del candil la secaba, limpiando sus cañones, esforzándose en borrar de ella toda señal de uso reciente, por lo que pudiera ocurrir. La noche fué mala para toda la familia. Batiste deliró en el camón del estudi.
En fin, mi empeño fue tan obstinado que logré borrar la imagen de Urbási, grabada en mi corazón como sello puesto allí por el demonio en señal de que yo era su esclavo. Entonces brotaron de nuevo y más pujantes las alas de mi espíritu.
Conoce al dedillo todas las capitales del mundo. Ayer, porque se le olvidó la de Venezuela, lloró como una Magdalena y se tiró de los cabellos. ¿Y en Historia sagrada? Tampoco marcha mal. Tiene una memoria envidiable. Se sabe sin borrar un punto ya desde la creación hasta Abraham. Ahora se está aprendiendo desde Abraham hasta Moisés.
¡Vaya! ¡una rayita! decía; como ¡no tienes aun ninguna! Pero, Padre, exclamaba Plácido conteniéndose; si V. R. me pone la falta de leccion, V. R. ¡me debe borrar las de asistencia que me ha puesto por este día! La Reverencia no respondió; consignó primero lentamente la falta, la contempló ladeando la cabeza la rayita debía ser artística, dobló la lista y despues con toda sorna preguntó;
Lo que nunca quiso hacer, y de ello me acuso sinceramente, fué borrar de mi memoria el recuerdo de Matilde, la dulce niña de mi primer amor. Pero ¡ah! yo aliviaría las penas de mi amada, desvanecería sus tristezas, le escribiría larguísima carta, y pronto estos, temores quedarían disipados. Me vestí de prisa y me lancé a la calle.
Nada hay tan dispuesto a perdonar como el corazón de una madre, ni nada tampoco como la ausencia para borrar de la memoria los defectos de las personas queridas, y poner sólo delante sus buenas prendas y los momentos de dicha debidos a su cariño.
¡Oh mundo! á la playa estéril Me lanzaste de tu seno, Cual deposita en el cieno Su hirviente espuma la mar; Y al trazar Mi oscuro nombre en la arena Tu planta allí me condena A ver mi nombre borrar. Peregrino en tus hogares Viviendo en perpétua guerra Llena de espinas la tierra Bajo mi planta sentí... Ay de mí! A la fuente de la vida Por el mundo bendecida Solo llanto y sangre dí!
Para marcar dichas épocas, son necesarios casos que toquen más íntimamente a nuestro propio ser. Para doña Luz no había época de este orden desde la muerte de su padre. Verdad es que, muy al contrario de la generalidad de las mujeres, daba ella poco valer a multitud de cosas con que otras llenan la memoria, sin descuidar ni borrar los pormenores al parecer más insignificantes.
Palabra del Dia
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