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Actualizado: 31 de mayo de 2025


Figuras obscuras y espectrales pasaban sin hacer ruido por junto de nosotros y parecían desaparecer era la obscuridad; la puerta del refectorio estaba abierta, y a la luz opaca que proyectaban dos o tres lámparas, pude distinguir magníficas esculturas, espléndidas pinturas al fresco y las dos largas filas de bancos de roble, ennegrecidos por el tiempo, en que se sientan a comer los hermanos capuchinos.

Cuando De Pas entró en el templo hubo un murmullo en los bancos de la plataforma, semejante al rumor de una ráfaga que rueda sobre las copas de los árboles.

El italiano Enrico Pirovani había llegado á la Argentina como obrero diez años antes, y era tenido ya por uno de los hombres más ricos del territorio patagónico que se extiende desde Bahía Blanca á la frontera andina de Chile. Todos los Bancos respetaban su firma.

Todo esto contribuyó a que los diputados, contra lo que esperaba don Simón por único consuelo, permaneciesen en sus bancos. El trance en que se le ponía era superior a sus fuerzas.

El paseante nocturno no encontraba una silla en toda la ciudad; pero á pesar de esto, la muchedumbre seguía en los bulevares hasta la madrugada, esperando sin saber qué, yendo de un extremo á otro en busca de noticias, disputándose los bancos, que en tiempo ordinario están vacíos. Varias corrientes humanas venían á perderse en la masa estacionada entre la Magdalena y la plaza de la República.

Nadaban unos contra otros, oprimidos, compactos, formando bancos, como pedazos de playa que se hubiesen soltado á navegar. Parecían una isla que emerge ó un continente que empieza á hundirse. En los pasajes estrechos eran tantos, que las aguas se solidificaban, dificultando el avance á remo. Su número escapaba á los límites de todo cálculo, como las arenas y las estrellas.

Flor marchita. Pues como ayer decía, el Banco de Francia era un mar da oro. En mi vida he visto tanta moneda junta. Bien que tratándose de tal cúmulo de metal, más fácil que verlo es soñarlo. Estaban haciendo la recaudacion de quinientos millones de francos para el establecimiento de Bancos agrícolas, segun me han dicho.

Su mayor pena, su disgusto más hondo consistía en ver a su propio hijo participar de las ideas nuevas y sentarse como diputado en los bancos de una minoría liberal apoyando las que él llamaba soluciones avanzadas, y al pobre viejo le parecían herejías contra lo más santo y ataques a lo más respetable.

Debía haberme dejado una verdadera fortuna ahorrada en los Bancos. ¡Una señora que invertía tan poco en el regalo de su persona!... Y sin embargo, tuve que pagar grandes cantidades por todos los encargos que había hecho antes de morir. Ten la seguridad de que el «monseñor» y los otros son mucho más ricos que yo. ¿Y tus minas? ¿y tus tierras de América?

Pudiera ser que á los españoles se les hubiera ocultado alguno, aunque han puesto sumo cuidado, porque es cosa dificil verlo todo desde el navio, entre peñascos, quebradas y bancos; pero parece han hecho cuanta diligencia cabe, y que en los parages donde pararon, saltaron á tierra, é hicieron registro, no hay duda que han hallado fabulosos los rios que otros señalaban, y varias otras cosas que por sus diarios nos habian hecho creer los dichos extrangeros.

Palabra del Dia

albuminuria

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