Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 6 de noviembre de 2025


Saber el pasado y el porvenir, nada más que eso, mi digna madre; eso es tan fácil como hacer diez nudos con el viento en popa respondió Kernok jugando con los cordones de su puñal. ¿Tu mano? Ahí va; y me atrevo a decir que no hay otra más fuerte ni más ágil. ¡A ver, pues, lo que lees en ella, vieja hada!

CHABREGY. Hasta entonces yo no había dado clase mas que a las medianas, a las back fish, que aun no tienen sexo, si me atrevo a expresarme así.

Cuando ha pasado tanto tiempo sin escribir observó Adolfo, ha de ser porque está para tomarse unas vacaciones y venirnos a ver... ¡Será una felicidad que podamos festejar con él el compromiso de Coca! Y veremos lo que diga añadió chanceando, porque yo no me atrevo a aprobarlo sin consultar...

Y me atrevo á confesar á usted, Marenval, que para no dudar de la inocencia de mi hijo he tenido que apartar la vista de las acusaciones dirigidas contra él, pues, examinadas una por una, son de tal manera graves, terribles, probadas, que hubiera tenido que negar la evidencia y eso era para un terrible suplicio.

Entre estas perfecciones secundum quid, se ha contado siempre la extension. De esto parece resultar que Dios es propiamente extenso, bien que con extension infinita. Con todo el respeto que se merece la ilustre sombra de uno de los primeros ornamentos de la Iglesia Católica, de uno de los hombres mas grandes de los tiempos modernos, me atrevo á decir que semejante opinion no me parece sostenible.

Leed, leed, doña Juana, porque yo no me atrevo á leer esa carta dos veces.

Juanita, después de los saludos de costumbre, dijo a don Paco, que pretendía que le abriese: Mi madre no ha vuelto aún. No cuándo volverá. Estando yo sola no me atrevo a abrir a usted la puerta y a dejarle entrar. La gente murmura ya contra nosotros, y murmurará mil veces más si yo tal cosa hiciera. Váyase usted, pues, y perdóneme que no le reciba.

Pero vos también, hidalgo, parecéis tener aficiones artísticas. ¿Sois pintor? Apenas me atrevo á responderos afirmativamente después de lo que aquí he visto, contestó Roger. Criado y educado en el claustro, no fué tarea muy difícil la de manejar los pinceles mejor que los otros novicios.

¡Pero, por Dios, no acabes de matarme... ten piedad de !... ¡Esto es horrible!... ¡Yo que te amo tanto, Dios mío!... y que ni aun me atrevo a decírtelo... porque creerías que miento para salvarte de la muerte... y, sin embargo... aquí delante de Dios... te juro que te amo... ¡oh! te lo juro. Y deshecha en lágrimas levantaba desesperadamente sus brazos al tachonado cielo.

¡Qué contratiempo! mi hermana está indispuesta, un poco de jaqueca, no es nada; mañana estará bien; pero hoy no me atrevo a salir sola con vos. Allá, en América, me animaría; pero aquí no, ¿no es verdad? Seguramente respondió Juan. Me veo obligada a despediros, y lo siento mucho.

Palabra del Dia

vengado

Otros Mirando