Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de mayo de 2025
No tiene delicadeza ni verdadera generosidad, porque lo que te da es para que realces tus atractivos y te ofrezcas más rica y sabrosa a sus insaciables apetitos... No comprendo estos caracteres. Me parece que son la escoria del género humano; me parecen hechos con algo puramente material y grosero que sobró después de hacemos a todos, y que pudo tal vez ser destinado a crear los animales.
Era como dos países separados por esenciales diferencias de raza y antagonismos de costumbres, y unidos luego por un tratado de comercio. Lo contrario pasó entre Juan Pablo y doña Lupe. Esta le tuvo en otro tiempo mucho cariño y apreciaba sus grandes atractivos personales; pero ya le iba dando de lado en sus afectos.
Era, además, hermosa como una ideal virgen espartana, como la propia Diana Cazadora, rica en salud y gallardía; esbelta, fuerte y ágil; con todos los atractivos de la más casta, limpia y juvenil hermosura.
Llamábase don Guadalupe Robles, y su aspecto insolente demostraba bien a las claras que había sido antaño guerrillero audaz y duro cacique. Mucho temí que la Hacienda tuviera pocos atractivos para mi mujer, pero Inés, acostumbrada a las austeridades de su torre castellana, encontró San Isidro Labrador muy de su agrado, y propuso ella misma que fijáramos allí nuestra residencia.
La propiedad de la vizcondesa hallábase frente del molino: los dos amigos la acompañaron hasta la portada y volvieron a los Genets haciendo comentarios sobre los atractivos de aquella encantadora criatura; mas de Beatriz no hablaron ni una sola palabra.
Su diálogo es ingenioso y sazonado con verdadera sal ática; sus personajes, á la verdad, son con frecuencia caricaturas, pero sacados con extraordinaria exactitud é inmediatamente de la vida real, y, á pesar de los rasgos algo toscos de su pincel, tan atractivos y graciosos, que ni aun el gusto más delicado encuentra en ellos nada que le repugne.
Bien puede arrostrarse tal peligro por apoderarse de esas divinas criaturas. ¡Adelante, romanos! ¡Al asalto! ESCIPIÓN. ¿Habéis notado, señores, que no han dado ni un grito? Es una mala señal. Prefiero una mujer que grite. ¿Qué hacer ahora? Yo sólo deseo llevar una vida de familia. Yo también sueño con un hogar. Sin un hogar, la vida no tiene atractivos.
En el aire perfumado de los bosques la riente imagen de la señora Liénard se le aparecía con mayores atractivos aún; veía sus ojos límpidos, su frente pura y la morbidez de sus mejillas aterciopeladas, la gracia de sus labios... Se apoderaba de él una profunda melancolía al pensar que todas esas delicias, que todas esas suavidades de la intimidad femenina no se habían hecho para él.
Era primorosa en cuantas labores ponía mano, escribía admirablemente, pintaba flores con gusto de artista, cantaba como un ángel, bordaba como una madrileña del siglo XVII, hablaba francés como si hubiese nacido en Orleans, y finalmente, para cuanto fuese brillar, lucirse y cautivar, tenía maravillosas aptitudes, gracia irresistible y atractivos de gran señora.
En estas zonas era donde él había visto sorpresas, inesperados florecimientos, una especie de otoñada de atractivos musculares con que no hubiera soñado el más optimista. ¿Cómo era aquello?
Palabra del Dia
Otros Mirando