Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de junio de 2025


Atrajo mi atención al costado del templo, un edificio nuevo, una casa magnífica, de brillante aspecto; magnífica para Villaverde y para aquella plaza donde todo es mezquino y vulgar. Linda casa, de airoso alero, de anchas y rasgadas ventanas, con rejas de hierro, vidrieras elegantes y umbrales de mármol. Las ventanas del salón estaban abiertas. Sonaba brillantemente el soberbio piano.

Don Pompeyo, que daba diente con diente, de frío con fiebre, se detuvo en lo más alto de la calle de la Rúa para contemplar aquella muchedumbre apiñada a los pies de la torre, en tan estrecho recinto, cuando podía extenderse a sus anchas por toda la plazuela. «Ya sabía lo que era.

Sarrió consta de cinco principales, a saber: la Rúa Nueva, que desemboca en el muelle; la de Caborana, la de San Florencio, la de la Herrería y la de Atrás. Estas calles son largas, bastante anchas y paralelas entre . Los edificios en general son bajos y pobres. Otras calles secundarias, en número considerable, las cruzan y las comunican.

Era un hombre de edad madura, mediano de cuerpo, algo rechoncho, de cara arrebolada y que parecía echar de rayos de satisfacción como el sol los echa de luz; pequeño de piernas, un poco largo de nariz, y magnificado con varios objetos decorativos, entre los cuales descollaba una gran cadena de reloj y un fino sombrero de fieltro de alas anchas.

Era, en suma, más un corazón noble que un alma superior; altanera pero no reflexiva, tras los encantos de su hermoso sonreír, ocultábanse a veces amargos sufrimientos, y cuando seguía con la vista aquellos caballeros y aquellas amazonas que se perdían bajo los añosos árboles de las anchas avenidas, si su frente permanecía serena y pura, partíase su pecho al duro golpe del dolor.

Para correrla con él, le parecía poco el mundo entonces, y aun se creía capaz de arremeter con éxito á una escuadra de polizontes. Por eso prefería los viajes á la Habana. Allí tenía un amigo de la infancia en cada esquina, y mientras estaba con ellos gozaba á sus anchas, porque podía comer, hablar y armarlas al estilo de Santander.

Distrito de muy nueva creacion, su poblacion alcanza apénas á poco mas de mil almas, las calles son muy anchas, derechas, cortadas en ángulos rectos, y las casas tienen una apariencia de comodidad y aseo que contrasta con la de los otros pueblos ribereños del Magdalena. Sus habitantes, alegres y expansivos, recorren las calles ofreciendo víveres, montados en burros de la manera mas extravagante.

Las blusas de dril queríalas hasta la cintura, con numerosos pliegues. Los pantalones, viejos restos del vestuario de su padre acomodados por la señora Angustias, exigíalos altos de talle, con las piernas anchas y las caderas bien recogidas, llorando de humillación cuando la madre no quería ceñirse a estas exigencias.

Le llevó hacia la terraza y cruzaron las anchas avenidas del jardín donde las flores ponían toques de encendido color y donde las madreselvas llenaban el aire con su penetrante perfume. Como el primer día, se apoyó Camila suavemente en su brazo y le hizo admirar de una en una, sus plantas y sus flores.

Su cuerpo muy fuerte, sus hombros y ancas muy anchas, sus piernas largas y fuertes, y sus pezuñas hendidas como la del ciervo, pero algo mayores. La fuerza del anta es muy grande, pues es capaz de arrastrar un par de caballos: cuando está acosada abre su camino por entre los bosques mas espesos, rompiendo todo lo que se le opone.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando