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Actualizado: 20 de mayo de 2025
Es probable que sólo vió representar los pasos y las églogas en verso, puesto que sólo á ellos se ajusta lo que dice del drama de aquel tiempo, no á las comedias y á los coloquios en prosa, con su personal más numeroso y asuntos más variados.
Donde Shakspeare habla en prosa, Clark habla en prosa; donde en verso libre, en verso libre; donde en versos aconsonantados, en versos aconsonantados. El estilo del traductor se ajusta también al del autor, y ya es enérgico, conciso y sublime, ya culterano, ya natural, ya claro, ya oscuro, ya elegante y sostenido, ya bajo y rastrero. El Sr.
Así como de la lectura atenta de un tomo de filosofía se sale al cabo filosofando, de la lectura de la «Crotalogía» se sale también castañeteando. La idea del licenciado Francisco Agustín Florencio de suprimir la enseñanza práctica se ajusta a la pedagogía moderna, en la que todo está librado a la eficacia de los textos por sí mismos.
Soplando por ella, disparan hasta a setenta u ochenta pasos de distancia unas flechitas de bambú que llevan en la punta una espina larga y aguda y en el otro lado un taponcito de médula vegetal que ajusta perfectamente en el hueco de la cerbatana.
«En La hija del aire encontramos, sin duda, acumuladas algunas cosas extrañas; á un asunto sacado de la más remota antigüedad, acompaña un enredo muy singular y refinado; las descripciones y narraciones son también monstruosamente enfáticas, y lo cómico, más moderno, se ajusta en fábula mística á esa composición dramática, harto prolija y difusa; pero puede sostenerse que estos defectos, que se reproducen en todas las obras de Calderón, son en ésta necesarios, atendiendo á sus materiales, y por esta causa aparecen aquí mezclados y confundidos, formando un todo harmónico de grande, aunque relativa sublimidad.
Para dar una prueba de lo exactamente que se ajusta, á veces, el francés al español, elegimos las palabras, que, en son de burlas, dirige el asendereado Don Lucas á los dos amantes, expresando al mismo tiempo su cólera: ROJAS. Pues dadla la mano al punto, Que en esto me he de vengar; Ella muy pobre, vos pobre, No tendréis hora de paz.
Un pantalon estrecho, de paño azul con franjas amarillas, que llega hasta las rodillas y se ajusta bajo dos grandes botas charoladas; un chaleco de paño amarillo ó rojo, sobre el cual va una chupa de cola microscópica, forrada con anchas solapas y con puños de color rojo y enormes botones de metal reluciente; un sombrerito de charol ó fieltro, de copa larga, estrecha y puntiaguda y con adornos; un larguísimo foete, y un clarin terciado al costado, componen el vestido y los arreos del príncipe de la diligencia suiza.
Después atina el pueblo con un héroe a quien el lance cuadra y se ajusta como hecho a su medida. Y ya este héroe eclipsa a los otros y la leyenda se encarna en él y cobra mayor realce y vida. Así FAUSTO, antes de que Goethe le adoptase por hijo de su espíritu, había ya oscurecido a todos los sabios que se han dado al diablo, desde que hay diablos y sabios en el mundo.
Al alférez real acompaña un indiecito que le sirve de paje, y le lleva el bastón cuando él lleva el real estandarte. Para uno y otro tienen los pueblos vestidos iguales, con bordados y galones muy costosos; pero, como están cortados a la antigua y no les ajusta a sus cuerpos, los hacen ridículos.
Lo que hace es, porque así lo pide hoy la naturaleza, las costumbres y los ingenios, y por tanto lo hace con arte, puesto que se ajusta á la naturaleza de las cosas, y, por el contrario, se opondría á esto, y á lo que exigen los ingenios modernos, si compusiese con sujeción á las reglas de los antiguos, forzando en este molde las leyes españolas.... Por último, es corriente entre los españoles, que Lope nada escribe sin arte, sino que, antes bien, artificiosa y prudentemente, y él mismo es arte para sí y para los otros.»
Palabra del Dia
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