United States or Réunion ? Vote for the TOP Country of the Week !


Muchas veces dormía allí su siesta debajo de un tilo, arrullado por el glu glu del riachuelo. Otras veces cuando el sol trasponía por encima de la colina solía tenderse de espaldas sobre el césped y pasar largo rato contemplando los abismos azules del cielo.

Era una sombra de las grandes huestes Que de Mendoza al Ecuador partieron, Y que del grande San Martin siguieron Por entre abismos la pisada audaz; Era un guardian de la ignorada tumba De los caidos sin legar su nombre, Que esperaba á los héroes de renombre Para dar á otro mundo la señal.

De la gloria a los destellos la romántica silueta 25 del creyente que adunaba sus lirismos de poeta con la viva llamarada de sus trágicos lirismos, resplandece como un astro que las almas ilumina con el fuego milagroso de su bíblica doctrina, como un rayo de la aurora diafaniza los abismos. 30

Hexe-Baizel no tardó en traer la sopa, y los sitiados hicieron círculo alrededor de la cazuela humeante. Catalina Lefèvre salió del antiguo refugio a las siete de la mañana, cuando aún dormían Luisa y Hexe-Baizel. La claridad del día, la espléndida claridad de las altas regiones, iluminaba ya los abismos.

-Así lo juro -respondió don Quijote-, y aun le echaré una losa encima, para más seguridad; porque quiero que sepa vuestra merced, señor don Antonio -que ya sabía su nombre-, que está hablando con quien, aunque tiene oídos para oír, no tiene lengua para hablar; así que, con seguridad puede vuestra merced trasladar lo que tiene en su pecho en el mío y hacer cuenta que lo ha arrojado en los abismos del silencio.

Con los ojos atónitos sentía más que veía el raudo cruzar de los objetos por delante. Todo huía, todo se escapaba causándole una extraña impresión de desquiciamiento universal. El mundo se deshacía, se evaporaba, rodaba vertiginosamente a los abismos de la nada. ¡Todo es nada! ¡nada! ¡nada! repetía sin cesar con voz ronca.

En medio de las tinieblas solo se sentia á veces, confusamente, el ruido casi subterráneo del Ródano, estrechado entre peñascos formidables y aun escondido en cierto trecho en abismos que nadie ha podido sondear; ruido que se perdia, como la voz grandiosa de la naturaleza, confundido con el del tren la voz de la industria humana en las lejanas concavidades del complicado laberinto de cerros.

-El que yo he tenido en veros, valeroso príncipe -respondió don Quijote-, es imposible ser malo, aunque mi caída no parara hasta el profundo de los abismos, pues de allí me levantara y me sacara la gloria de haberos visto.

Un marino, entonces, era algo extrasocial, casí extrahumano; un marino era un ser para quien la moral ofrecía otros aspectos que para los demás mortales. Te preguntarán cuánto has hecho decían los padres a sus hijos, que se lanzaban a la aventura , no cómo lo has hecho. Y los hijos se hundían en los abismos de la vida intensa, sin preocupaciones ni escrúpulos.

Quien anhelase poseer aquella ciencia y el poder que ejerce sobre la naturaleza quien la posee, no podía adquirirla por la enseñanza oral o escrita de hombre alguno, sino descendiendo en su busca hasta los abismos donde quien la traía consigo la había alcanzado.