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Actualizado: 16 de junio de 2025
En el medio ella y su marido, uno frente a otro; a la derecha e izquierda de Osorio los dos puestos de honor para dos damas: a la derecha e izquierda de ellas dos puestos para dos caballeros, y así sucesivamente según la categoría, la edad o la afección particular que sentía por sus invitados. Habló algunos minutos con el maître d'hôtel. Después de dar las últimas disposiciones se fué.
Citaré únicamente, para concluir, mis últimas emociones en la que llamaré nuestra ciudad eterna. Había llegado el momento de regresar á Madrid, al mundo de la política y de los negocios..... La tarde era tempestuosa..... Negras nubes y remotos truenos amenazaban á los toledanos con una gran tormenta.
Su presencia nada tenía de extraordinaria, y sin embargo no pudo contener Elena un gesto de asombro; tan olvidado le tenía. En las últimas horas otros hombres habían ocupado por completo su memoria. Ruborizándose de su olvido le invitó á entrar con exagerada amabilidad.
Pocos escritos me han encantado más, como divino ensueño poético, que las últimas áureas páginas del libro de Baltasar Castiglione, titulado El Cortesano.
En la biblioteca del duque de Osuna se conserva una comedia de Cepeda titulada El amigo el enemigo y á las veces lleva el hombre á su casa con quien llore, con la licencia para la representación del año de 1626, que parece ser de las últimas obras dramáticas de Joaquín Romero de Cepeda. Baena: Hijos ilustres de Madrid. Esta comedia, ya en vida del poeta, fué la más estimada de las suyas.
De las anteriores islas, solamente están habitadas, según ya dijimos, Guajan, Rota y Saipan, siendo estas dos últimas, miserables asilos en que difícilmente se refleja la escasa vida que disfruta la primera. La isla de Guajan la encuentra el navegante á los 13° 26' lat. N. y 150° 52' long.
Hay que partir; el carruaje espera a la puerta, y los buenos amigos que van a acompañarme hasta el confín de la sabana, están listos. Rueda el coche por las angostas calles, pasamos la plaza de San Victorino, y en las últimas casas de la ciudad me vuelvo para darle la mirada de adiós. Siempre he dejado un sitio con la seguridad de volver... ¡pero Bogotá!
Hasta le consintió nuevas caricias de gratitud que él se juró serían las últimas, por lo de la economía, que le tenía maniático. Don Víctor supo aquella noche en el Casino que al día siguiente Petra pediría la cuenta, se marcharía. ¡Oh placer! Quintanar respiró con fuerza de fuelle y abrazó a su amigo. «Le debía algo mejor que la vida, la tranquilidad de su hogar doméstico».
Entre estas últimas y otras obras suyas, que se asemejan más á la comedia propiamente dicha, hay varias de un género intermedio que, á causa de su plan más regular, no deben clasificarse con aquéllas, ni tampoco confundirse con éstas, diferenciándose por su más serio argumento.
Había intentado escaparse cinco veces; gozaba cierta fama entre sus compañeros de miseria por la altivez con que hacía frente á los guardianes más crueles... Sus últimas noticias eran inciertas; habían dejado de verle, pero creían que estaba ahora en otro campo de prisioneros, un campo de castigo, muy lejos, cerca de Polonia, donde se aglomeran los rebeldes y los peligrosos bajo una disciplina cruel, sufriendo terribles correcciones.
Palabra del Dia
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