United States or French Polynesia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Su vida interior le causaba demasiados tormentos para pensar mucho tiempo en estas futilidades. El escepticismo le minaba sordamente. El mundo le parecía cada vez más incomprensible. La idea constante de que todo lo que le rodeaba era una pura apariencia, cuyo verdadero sentido permanecería eternamente ignorado para el hombre, engendraba en su alma una melancolía profunda, que se reflejaba bien en su frente pálida y en la sonrisa triste e indiferente que plegaba sus labios. La experiencia toda entera decía Kant no es más que el conocimiento del fenómeno, no de la cosa en .

Cada hora engendraba una novedad las más de las veces falsa , que removía la opinión con rudo vaivén. Tan pronto el peligro de la guerra aparecía conjurado, como circulaba la voz de que la movilización iba á ordenarse dentro de unos minutos. Veinticuatro horas representaban las inquietudes, la ansiedad, el desgaste nervioso de un año normal.

Y Ojeda, sugestionado por esta interpretación y por las raras formas que engendraba el crepúsculo, veía igualmente una teoría angélica sobre un fondo de oro, semejante a los desfiles de santos en los mosaicos bizantinos. Iba extinguiéndose la luz, y con la sombra naciente y la disolución de los vapores desleídos en el crepúsculo se borraron poco a poco las celestes figuras.

Sin mas datos que los que engendraba la ignorancia en unas pocas cabezas exaltadas, se exploraron con una afanosa diligencia los puntos mas inaccesibles de la gran Cordillera, para descubrir los vestigios de una poblacion misteriosa, que todos describian, y nadie habia podido alcanzar.

Y el fuego, fuente de vida, nacía en el Austro, se engendraba en él, y una barrera de este fuego tendida circularmente en el Ecuador impedía el paso de un hemisferio a otro.

Vivía en un estado de preocupación sombría que no pasaba desadvertida a los criados. Josefina también la adivinaba; veía que su madrina estaba cambiada, no sólo con respecto a ella, sino en todo su modo de ser. Y allá, vagamente, en los limbos oscuros de su pensamiento se engendraba la idea de que estaba triste, que padecía y que ésta era la causa de su mal humor.

En épocas como aquella, la política, el proselitismo, el espíritu de secta engendraba grandes pasiones. El heroísmo cívico, la abnegación y esa tenacidad catoniana que brillan en algunos personajes de todas las revoluciones, la venalidad solapada, la traición, la sanguinaria crueldad y el encono vengativo que se han visto en otros, provienen de la pasión política.

Seguramente, si llegaba el día feliz y los candelabros no estaban en la consola ni los tornillos en las bonitas orejas de la dama, lo primero que notaría aquel lince sería la falta de estos objetos... ¡Horror daba el pensarlo!... Ved por dónde la propia felicidad engendraba una punzante pena, de tal suerte que la infeliz dama se hallaba en una perplejidad harto dolorosa.

Parecíale como una falanje de astros humanos, de cielos y mundos en forma de seres vivos, que allí se determinaban dentro del espacio mismo de una llama sin fin; cada uno engendraba miles, cada mil un millón; se alejaban y volvían, se obscurecían tenuamente, y de nuevo adquirían el brillo de la más intensa luz.