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Contome varias anécdotas de los allemani, que exhalaban todas un fuerte aroma del desierto, y sobre todo guardaban cabal armonía con la siniestra casa: habló de cómo Ingomar había muerto algunos osos terribles, cuyas pieles cubrían su cama; de cómo cazaba gamos, de cuya piel hermosamente adornada y bordada por su esposa, se vestía; de cómo había muerto a varios indios y de cómo él mismo estuvo una vez a punto de seguir la misma suerte.

Contóme Rufina que tu vivienda es un cubil, una inmundicia hecha con adobes, tablas viejas y planchas de hierro, el techo de paja y tierra; me dijo que ni ni tus nietos tenéis cama, y dormís sobre un montón de trapos; que los cerdos y las gallinas que criáis con la basura son allí las personas; y vosotros los animales. : Rufina me contó esto, y yo debí tenerte lástima y no te la tuve.

Contóme Misuf su aventura de Egipto; y por la pintura que de vos hizo, por el tiempo, por el dromedario en que ibais montado, y por las demas circunstancias vine en conocimiento de que era Zadig quien habia peleado en su defensa; y no dudando de que estuviérais en Menfis, me determiné á refugiarme en esta ciudad.

Contóme de cabo á rabo todas las crónicas municipales de su vecindario, las disputas permanentes del Ayuntamiento y los vecinos con los administradores del real sitio, las miserias de los habitantes, su modo de vivir y sus alegrías en las épocas en que la Corte reside en San Lorenzo.

Al fin se cumplió mi deseo y supe lo que deseaba; porque un día que habíamos comido razonablemente y estaba algo contento, contóme su hacienda y díjome ser de Castilla la Vieja, y que había dejado su tierra no más de por no quitar el bonete a un caballero su vecino.

Y con cierta complacencia, que me molestó, contome algunos pormenores recientes de los amores de Villa. Al parecer, éste había escrito últimamente una carta a la condesita suplicándole le desengañase de una vez. En vez de hacerlo, ella le había respondido de un modo ambiguo y artificioso.

Hasta no tardó en envanecerse. Qué sangre tiene mi tío, ¿verdá, ? Compartí su admiración, aunque en el fondo me reservé el derecho de juzgar al conde como merecía. Contome otras cuantas atrocidades de él en este género, que no hicieron más que confirmar mi opinión.

Si hace la mar de tiempo que tronaron. A poco de las trapisondas de marras... Desde entonces su cuñada de usted ha vivido apartada del bullicio, llorando sus faltas y comiéndose los ahorros que tenía, hasta que han venido los apuros. Ha sido una casualidad que yo me enterara. Verá usted... me la encontré hace días... contome sus cuitas... Me dio mucha pena.

Al fin se cumplió mi deseo y supe lo que deseaba; porque un día que habíamos comido razonablemente y estaba algo contento, contóme su hacienda y díjome ser de Castilla la Vieja, y que había dejado su tierra no más de por no quitar el bonete a un caballero su vecino.