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A este fin, enviaron por delante, para que lo tuviesen todo dispuesto y los aguardasen nada menos que a donna Olimpia de Belfiore y a su compañera Teletusa. Ambas, se comprometieron con gusto y fueron a esta excursión. Donna Olimpia era muy singular mujer por todos estilos.

Que la insistencia de una parte descontenta del pueblo no debia esponernos á consecuencias de tanto bulto, y era necesario contenerla por medio de la fuerza: pero que, estando esta á cargo de los Comandantes de los cuerpos, era tambien preciso esplorar nuevamente su ánimo, no obstante que el dia de ayer se comprometieron á sostener la resolucion y la autoridad de donde dimanaba.

Anoche le ha visto usted en su casa bajo el nombre de Herbert Carlton, y es de esperar que sabrá explicar á usted, mejor que lo hizo á los jueces, las circunstancias que le comprometieron. Una condena es siempre una mala nota entre personas honradas... No se condena á la gente con tanta facilidad... Y si América es el país de la sinceridad, Francia es el de la justicia.

-Los dos se comprometieron a obedecerme ciegamente. Al otro día le hablé al capataz. Le dije que, efectivamente, habíamos estado en un pontón presos por cuestiones políticas; que habíamos visto rondando la finca a uno de la policía inglesa, y que teníamos que marcharnos. Añadí que estábamos muy contentos de su acogida y que le suplicábamos que, si le preguntaban algo de nosotros, no dijera nada.

Para corresponder á este esfuerzo, los demás socios se comprometieron á serlo, por lo menos, de cuatro bailes en cada temporada, lográndose de este modo que en la primera se diesen seis, de los cuales el menos favorecido se acabó á las once, porque había empezado á las ocho, por aquello de que estaba á la puerta de casa.

Este ciudadano, que por su osadía en la tribuna y por otras causas de todos conocidas y que por lo mismo no creo necesario mencionar, habíase convertido en "leader" del llamado "Partido Independiente", gozaba de gran prestigio entre los negros occidentales, pero su influencia en Oriente no fue nunca comparable á la de Lacoste, Ivonet y otros, quienes, si bien es verdad que le reconocían como jefe supremo de la conspiración que se fraguaba, y estaban dispuestos á secundar el movimiento, no se comprometieron á ello sino á condición de que Estenoz levantase la bandera racista en Occidente, con lo cual, no sólo se obligaría á las tropas leales á subdividirse para combatir á los rebeldes en muchos puntos á la vez, sino que se crearía la impresión de un movimiento unánime desde la Punta de Maisí al Cabo de San Antonio.