Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 5 de junio de 2025
A los ocho años se quiso envenenar, en un arrebato de tristeza, con unas yerbas que le parecían de cicuta; pero las yerbas sólo le sirvieron de purgante. Lo encerraron en su cuarto y lo hicieron ir a la iglesia en penitencia, con su gorro de dormir. Cuando vio el mar por primera vez, tuvo deseos misteriosos, y conoció que era poeta.
Cuando dió Acosta este tratado á la estampa, se ocupaba en componer otro mayor i mas copioso para hablar á la larga de las mas de las yerbas, plantas, frutos, aves i animales, así terrestres como acuáticos que habia en las Indias orientales, no dibujados aun en aquella edad, i de los cuales mui poco había hasta entonces escrito por médicos i filósofos.
Más allá, hacia la orilla izquierda, se veían medio hundidos en el agua del río restos que parecían ser de una canoa, y entre las yerbas los cadáveres de algunos indígenas medio devorados ya por los cocodrilos. Los piratas han sido atacados y destruidos o puestos en fuga dijo el Capitán. ¿Por los alfuras? preguntó Cornelio. Seguramente respondió Van-Stael. ¿Habrá alguna aldea por estas cercanías?
¿Otra cosa, caballeros? volvió a preguntar el mozo poniéndose la servilleta bajo el brazo y apoyándose con ambas manos en la orilla de la mesa. Una tortilla de yerbas... ¿qué les parece? dijo Melchor. Por mí, no. Entonces, ¿quemada, con azúcar? Por mí, no insistió Lorenzo, agregando: Para mí, café. Y para mí también. Bueno; mozo, tráiganos café. ¡Conforme! repuso el mozo, alejándose.
No quiero privar á mis lectores de tan sabrosísima lectura, y en el mismo castila en que está escrito, y con su propia puntuación y ortografía, lo traslado aquí, y que Dios me perdone. Dice así: «Recetario de yerbas y flores de Guinobatan.
Los bambúes en que descansan y de que están construídos son fuertísimos, como sabes, a pesar de su ligereza. Seguidme, amigos, pero sin hacer ruido. Los náufragos se adelantaron hacia la choza procurando ocultarse entre las yerbas y las plantas trepadoras que había esparcidas por aquella pequeña llanura, y se detuvieron al pie de los horcones del edificio, el cual era de enormes dimensiones.
Habiendo el Padre resuelto su salida, y llegado al lugar en que le esperaban los caciques, se echaron sobre sus brazos, mostrando gran contento de su llegada á aquellas tierras, y tomándole de la mano Guayquimilla, que era el mas principal de ellos, se la besó en nombre de todos los demas, y le hizo un elegante razonamiento, diciendo que "de su alegre venida no solamente estaba regocijada la gente á quien llevaba tan grande bien, pero que los mismos brutos animales, las yerbas, las flores, las fuentes y los arroyos saltaban de placer y contento."
Así el dicho hermano; y yo en prueba de todo lo que él dice, quiero apuntar algunos casos en particular. Díjome, no ha mucho, un Padre qué fué Superior de aquellas Reducciones, que por muchos meses no tuvo otra cosa de qué sustentarse, sino raíces de yerbas, y faltándole éstas también, acosado de la hambre, se vió precisado á andar en busca de frutas silvestres.
Había matas tronchadas, yerbas pisoteadas y troncos de árboles erizados de flechas. El banco de arena, que la baja marea había dejado al descubierto, estaba sembrado de trozos de lanzas y cuchillos y de escudos rotos.
Mientras D. José, en lo alto de la sagrada cátedra, se sonaba con un pañuelo de yerbas y se limpiaba las narices repetidas veces de un modo mesurado e imponente, propio para ejercer saludable fascinación en el ánimo de aquellos sencillos campesinos, el cura de Riofrío, transformado en hostiario, ordenaba el concurso de suerte que todos pudiesen oír cómodamente al orador.
Palabra del Dia
Otros Mirando