Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de junio de 2025
A buen seguro que en cuanto acabó de suceder lo de Correos, bien se puso un centinela avanzada en medio de la Puerta del Sol, que antes no le había; el cual se está allí las horas muertas, viendo si viene algo por la calle de Alcalá. ¡Que vuelvan ahora los del 18! ¿Y no hay previsión? ¡Maldicientes! Lo mismo que el entusiasmo. Mil veces he oído decir que han apagado el entusiasmo. ¿Y qué?
Pero ¿qué vas a hacer con este furgón? preguntó Frantz . Puesto que no tenemos tiempo de llevarlo al Falkenstein, mejor sería dejarlo en el cobertizo de Cuny que abandonarlo en medio del camino. Sí, para que ahorquen al pobre viejo cuando vuelvan los cosacos, que estarán aquí antes de una hora. No tengas cuidado; se me ha ocurrido una idea. Frantz se unió al trineo que se alejaba.
Mira, hijo, que si me llego á tí con este cinto mío y empiezo á darte zurriagazos lo vas á sentir de veras, dijo Simón entre las carcajadas de todo el concurso. Pero se hace tarde, Reno, y cuando los polluelos empiezan á piar contra gallos viejos como yo, es hora de que vuelvan al gallinero. ¡No, no, venga otra canción! gritaron muchos. ¡Que cante Sabas!
Estaban congojosos, esperando Que vuelvan los navios al concierto: Ya viene Melgarejo navegando, Dejando la mas gente all
Como el filósofo no gustó de los versos del tirano, éste le trató muy mal; se apiadó luego de él y le sacó del calabozo en que le tenía encerrado; le leyó, por último, otros versos suyos, y entonces dijo el filósofo: que me vuelvan á encerrar en el calabozo.
Si sigue así, si nadie acude á sostenerla, escarmentará al verse en tan cruel abandono. Por fortuna, aun sin contar con alianzas que no hemos buscado y con simpatías que no hemos procurado crear ni fomentar, todavía nos queda alguna esperanza de que las grandes potencias de Europa se pongan de nuestro lado, vuelvan por nosotros y hagan respetar nuestro derecho.
¡Señor, yo no hablo más que de la posibilidad de una equivocación! replicó el inválido riendo. Y si no, que me diga el P. Norberto si hay mucha diferencia en la figura entre una señorita y esas amiguitas suyas. No son amigas mías, D. Martín replicó riendo benévolamente el buen sacerdote; son ovejas descarriadas... Pero usted no les tira piedras para que vuelvan al redil, sino besos...
¡Si no puedo! le respondió Nieves con una ingenuidad y un brío tan suyos, que no admitían réplica . Estoy llena, henchida de esos recuerdos, como es natural que esté, Leto... porque no ocurren esas cosas todos los días, ¡ni quiera Dios que vuelvan a ocurrirle a nadie!
Me he dejado atropellar, lo reconozco; pero he procurado que me atropellasen lo menos posible, y mi delito no tiene, por lo tanto, una gran importancia. En lo sucesivo, haré todo cuanto esté en mis manos para que no vuelvan a atropellarme.» Ignoro si esta carta llegó a poder del juez, pero yo recibí una segunda citación mucho más conminatoria que la primera. Me vi ya en presidio.
Vuelvan, pues, enhorabuena, aquellos siglos dorados, o siglos de bellotas, como también se les llama. Cesen este loco rodar de carrozas y estos desfiles de lacayos, ebrios de vanidad y de vino, ambas cosas hurtadas a su señor.
Palabra del Dia
Otros Mirando