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Actualizado: 20 de julio de 2025


Y estos velos de polvo, de rayos, de destellos y de colores extendiéndose unos detrás de otros, a pesar de su transparencia apenas dejaban ver con vaga indecisión, como al través de una bruma, los cristales y arabescos de las paredes.

Eso no es exacto, ni siquiera una razón en favor de los velos. Si á no me gustan tampoco; pero la moda.... ¿Qué está usté mirando con tanto empeño por las vidrieras? ¿Por qué se ha puesto usted tan colorada? ¿Yo? ¡Jesús!... Puede que sea usté capaz de creer que es por ese chico que está en el portal de enfrente. Eso se llama curarse en sana salud.

Además de estos muchachos hay alrededor del altar dos o más indios sacristanes, pero sin ninguna vestidura eclesiástica, pero aseados; éstos están allí para correr los velos, poner fuego en los incensarios, arrimar o poner sillas y otras ocupaciones semejantes.

Más querrán ellos estarse en sus casas que no salir á ver todas las iniquidades que cometen los hombres. Puedo asegurar á usted dijo el abate con sonrisa diabólicamente irónica que no se han quejado, ni se quejarán por el paseo. Lo mejor de la procesión es la comitiva que tenemos organizada. Irán catorce vírgenes vestidas de blanco, con coronas de rosas, velos, escapularios, y cirios en las manos.

La aplicaron á una rodilla del gigante, y el hombre subió sus peldaños con agilidad, á pesar de las embarazosas vestiduras, procurando que los velos conservasen oculto su rostro. Al quedar de pie sobre un muslo del Hombre-Montaña, indicó con gestos su deseo de colocarse más en alto para hablarle.

Exploraba el guía el matorral de cruces, deletreando nombres, permaneciendo indeciso ante los rótulos borrosos. René efectuaba el mismo trabajo por otro lado. Chichí avanzó sola, de tumba en tumba. El viento hacía revolotear sus velos negros. Los rizos se escapaban de su sombrero de luto cada vez que inclinaba la cabeza ante una inscripción, pugnando por descifrarla.

Saborearse en la alabanza y mostrar desden hácia ella; proponerse por objeto principal el placer de la gloria, y aparentar que no se piensa en ella, es demasiado fingir para que al traves de los mas tupidos velos no se descubra la verdad.

Es un filósofo alegre, conversa sin gritar, tiene un aguardiente de moscatel excelente, y yo trepo con gusto dos o tres veces por semana a su oficina de Metafísica para saber si, conducido por la dulce alma de Maine de Biran, que es su cicerone en los viajes al Infinito, entrevió al fin oculta tras los últimos velos la Causa de las Causas.

¡Ella duerme! ¡Oh! puede que su sueño sea tan profundo como durable!; ¡que el cielo la tenga en su santa guardia! ¡Que esta cámara sea transformada en una más melancólica y yo rogaré a Dios que la deje dormir para siempre, los ojos cerrados, mientras que a su alrededor errarán los fantasmas de oscuros velos!

A la mañana siguiente llegaron las visitas: el desfile de levitas negras y tupidos velos, el paso por aquella casa de los amigos y conocidos, todos con la enguantada mano tendida, un gesto de amargura en el rostro y la palabra de resignación guardada cuidadosamente para tales casos.

Palabra del Dia

gallardísimo

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