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Actualizado: 3 de noviembre de 2025


Sin embargo de los múltiples y peligrosos bajos de que están sembradas las mares de Guajan, la experiencia y la práctica pueden conducir al navegante á encontrar abrigo y seguro anclaje en varios puntos de la isla; debiendo citar como el principal y más seguro de sus puertos, el que se encuentra en la parte Oeste, entre la península de Orote y la pequeña isla de las Cabras, llamada de San Luís de Apra.

, , hacedlo sentar dijeron en coro varios de los asistentes, muy contentos con que la existencia de los aparecidos quedara sin resolver. El tabernero le obligó a Marner a quitarse el saco, y después a sentarse en una silla en medio de un círculo de modo que, apartado de las personas, recibiera directamente el calor de la chimenea.

Hace algún tiempo, como recordarán de fijo mis lectores, estuvo á punto de provocar un conflicto, por haber solicitado del jefe de la estación naval el inmediato desembarco de tropas, sin otra causa que haber ocurrido varios desórdenes sin importancia en Guantánamo.

De tal manera que al cabo de algún tiempo varios dignísimos vecinos, de oficio pescadores, pidieron a gritos que se presentase D. Gaspar a la ventana para tributarle los honores merecidos. El gran poeta no tuvo más remedio que ceder a esta exigencia de la multitud, que le recibió con palmoteo atronador y fuertes vivas.

Unos procedían de lejanos departamentos: habían oído el cañón, habían visto aproximarse la guerra, y llevaban varios días de marcha á la ventura.

En efecto; a medida que el día avanzaba se veían más grupos de personas que venían por los distintos senderos de la sierra. En el valle había varios centenares de hombres reunidos: leñadores, carboneros, almadieros, sin contar las mujeres ni los niños.

¿Por qué esta bendita Nela no tiene un traje mejor? añadió la señorita de Penáguilas . Yo tengo varios y le voy a dar uno, y además otro, que será nuevo. Avergonzada y confusa, Marianela no alzaba los ojos.

El tal pueblo, de disperso y pobre caserío, ostentaba sobre el montículo más elevado de los varios que forman su escabroso término, un edificio cercano a la iglesia, que no abultaba más que él, como si hubiera querido lucir sin estorbos y para que fueran bien vistas de todos, propios y extraños, las únicas grandezas que posee.

Antes de empujar la puerta, que hacía mucho ruido, se le ocurrió ver lo que hacía Luisa en aquel momento. Acercose, pues, a la ventana y miró hacia dentro de la habitación: Luisa se hallaba de pie, junto a las cortinas de la alcoba; parecía muy animada, arreglando, doblando y desdoblando varios vestidos extendidos sobre la cama.

Mozos pálidos y sudorosos, como si fuesen a morir, avanzaban hasta el «paso», con el sombrero perdido, el chaleco desabrochado, apoyados blandamente en los hombros de los camaradas, y entonaban una «saeta» con voz de agonizante. A la entrada de la calle, en las aceras de La Campana, quedaban tendidos de bruces varios «macarenos», como si fuesen los muertos de esta gloriosa expedición.

Palabra del Dia

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