Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de octubre de 2025


Ella, cuya aurora se había levantado bajo el radiante sol de África, al toque de las cornetas y entre el brillo de los uniformes; que había crecido en una atmósfera de gloria y heroísmo, oyendo el relato de luchas caballerescas y de combates fabulosos, como Sidi-Brahim y Mazagran, ¡qué obscuro, mezquino y vulgar le parecía el presente!

Su formidable golpe machacaba el hierro como blanda pasta, y esas formas de ruedas, ejes y raíles, que nos parecen eternas por lo duras, empezaban a desfigurarse, torciéndose y haciendo muecas, como rostros afligidos. El martillo, dando porrazos uniformes, creaba formas nuevas tan duras como las geológicas, que son obra laboriosa de los siglos.

Pertenecía a la excelente clase de pobres de espíritu, que lo son también de palabras. Concentraba en su tristeza incolora, sus uniformes recuerdos, sus pensamientos monótonos. Por esto solía decirle la tía María: «Es usted un bendito, hermano Gabriel; pero no parece que la sangre corre en sus venas, sino que se pasea.

Descendieron algunos montañeses hasta el pie del monte para recoger a los muertos; abriose a la derecha de la casa de labor una ancha fosa, en la que guerrilleros y kaiserlicks, con sus vestidos, sus sombreros, sus chacós y sus uniformes, fueron colocados unos al lado de otros.

Desfilaba toda la variedad de uniformes de los ejércitos de la República: el azul horizonte de las tropas continentales, el color mostaza de las tropas marroquíes, la gorra de cuartel amarilla de la Legión Extranjera, el fez rojo de los argelinos y de los tiradores negros. Nadie estaba entero.

Sus sables, sus uniformes y hasta una silla rusa de montar figuraban en este salón convertido en museo del difunto. ¡Ha muerto como lo que fué! gemía la viuda . Le han matado sus heridas. En este período se inició la última evolución de la grandeza de don Marcos Toledo. El sabio ruso había quedado en segundo lugar.

La capital federal de la Suiza, bañada por el rio Aar, que la cerca por todas partes, cuenta treinta mil almas de poblacion. El interior de la ciudad ofrece muy poco que observar: se compone de sesenta á ochenta calles solamente, tan uniformes y parecidas, que molesta y fatiga la monotonía de su conjunto: todas tienen soportales cubiertos, necesarios para la nieve.

Pero como el poeta aceptaba, en broma, aquello mismo que se le censuraba, y, no obstante, proseguía siempre haciendo lo que antes, hubo de provenir esto del conocimiento que tenía de su talento particular para desenvolver estos motivos dramáticos, y de su inventiva inagotable para dar forma é imprimir nuevo colorido á esos materiales uniformes; razón también para que nosotros, recordando la igualdad de los resortes de estas piezas, nos admiremos del arte infinito, con que el autor, del mismo fondo, y de iguales elementos, obtuviese tan extraordinaria variedad de resultados.

Como Rojas insistiese en sus protestas, don Roque añadió para calmarle: Voy á ver si esta vez consigo probar su delito. Le «garanto», don Carlos, que haré cuanto pueda. Y se lamentó de los escasos medios coercitivos de que podía disponer. Toda la tropa á sus órdenes eran cuatro policías indolentes, con uniformes viejos y sin más armas que largos sables de caballería.

Aparte de este y otros lapsus, la intriga del casamiento del «viejo» Jaccotot y su «joven» esposa no estaba mal presentada... Lo malo es que esta joven esposa, que no gustaba de su civil marido, gustaba en cambio apasionadamente de los uniformes militares... Había una guarnición en la ciudad, y madame Jaccotot, nueva mesalina, tuvo sus amoríos con todos los oficiales del regimiento de la guarnición, y luego, con una buena mitad de las «clases», cabos y sargentos... ¡Los oficiales eran 72 y las «clases» 205!

Palabra del Dia

amitié

Otros Mirando