United States or French Polynesia ? Vote for the TOP Country of the Week !


El pensar que tal vez estaría a la sazón la señora de Rubín jugando una gran trastada al decoro de la familia, la mortificaba, , pero no tanto como el ver que no la consultaba ni le pedía consejo sobre aquello desconocido y oscuro que sin duda le ocurría. «El tapujito es lo que me revienta. Como yo lo descubra va a ser sonada. En hora maldita entró aquí esta loquinaria.

Lo mismo era su padreEntonces comenzó a contarme que se conocían desde niños, que luego, de muchachos, habían estado juntos en Londres empleados en la misma casa de banca. Por último, que su padre, el de Pepe, le había mandado de chico a Inglaterra por una trastada que hizo aquí, y que el tal padre era un tío muy malo que había quebrado en falso arruinando a mucha gente.

La muy bribona... ¡imaginar que su marido puede perdonarla después de la trastada indecente que le hizo, después que el querindango atropelló a este infeliz abusando de su fuerza...! ¡Qué infamia! Si yo no hubiera estado un mes seguido trasteando a este chico para quitarle de la cabeza la idea de la venganza... no qué catástrofes habrían sucedido.

Estupiñá se encargaba de traer estos peligrosos artículos de la casa de un truchimán que los vendía de ocultis, y cuando atravesaba las calles de Madrid con las cajas debajo de su capa verde, el corazón le palpitaba de gozo, considerando la trastada que le jugaba a la Hacienda pública y recordando sus hermosos tiempos juveniles.

Doctor, vos me habéis dicho que, a no ser por la trastada de ese maldito gato, hubierais podido colocarme nuevamente la nariz en su sitio, cosiéndomela con cuidado. ¿Me lo habéis dicho, o no? Sin duda, y os lo repito. Y si lograse comprar la nariz de algún pobre diablo, ¿podríais también colocármela en reemplazo de la mía? Claro está que podría... ¡Oh, magnífico!

El móvil de esto no era simplemente el amor al saber, sino un maligno deseo de tener argumentos con qué apabullar a los curas de la mesa próxima, que sólo por ser curas, aunque sueltos, le eran antipáticos, pues odiaba a la clase entera desde aquella trastada que los sotanas le hicieron en el Norte.

A estas buenas personas les disgusta tener una niña en el teatro y querrían traerla al buen camino a fuerza de puntapiés en... ¡Ya me entiende usted...! En fin, si usted quisiera, vendría conmigo al curso de Canto donde la rapaza se perfecciona; le echaríamos el guante, usted le diría buenas cosas y yo me la llevaría a Bizons. ¡Usted no puede negarme esto, que causará, además, un efecto excelente en su distrito...!» Yo no me había olido la trastada, y seguí a mi Chabornac; llevóme a lo más hondo de una callejuela, allá, por el bulevar de Estrasburgo; subimos la escalera de una casa tan nauseabunda, que usted no la hubiera encontrado digna de albergar siquiera sus canes.

También entran allí señoras decentes a expiar sus pecados, esposas ligeras de cascos que han hecho alguna trastada a sus maridos, y otras que buscan en la soledad la dicha que no tuvieron en el bullicio del mundo. Fortunata seguía dando cabezadas. Había oído hablar de aquella casa, que era el convento de las Micaelas.

Todo cerrado; todo a oscuras... «¡Si habrán salido...! No, estarán ahí burlándose de , riéndose de la trastada que me han hecho... Buenos son todos: ¡tales hijos, tales padres!». Volvió a sentir el insensato anhelo de entrar en la casa, y dio tres o cuatro pasos hacia ella; pero retrocedió por segunda vez. «¿A ver quién sale?». Era un viejo que se detenía en el portal y echaba un párrafo con Deogracias.

Rufita González prosiguió Nieves muy entera , podrá haber cometido una infamia, disculpable en su mala educación, dando las noticias que le ha dado a tu sobrino; pero ¿con qué disculpará él la trastada de haberte venido a ti con el cuento sin más ni más? ¿Te parece eso a ti rasgo de hombre de fuste, ni siquiera de persona decente?