Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de junio de 2025


Yo, en agradecimiento, te guardaré un rinconcito para cuando subas.» Y la pobre mujer conmovíase tanto al soñar despierta, que las lágrimas titilaban en sus ojos, haciendo brillar las pupilas sin vida. ¿Ahora Hora usted...? preguntaba Tónica . Pero ¿qué le pasa? Nada, absolutamente nada.

Quiso resarcirse del breve paréntisis en su vida de amante, y esperó a Tónica en las calles, sosteniendo con ella largas pláticas que la hacían llegar tarde a casa de las parroquianas, enterándose con minuciosidad de las tardes que había pasado en melancólica calma leyendo novelas sentimentales, mientras Micaela, la fiel amiga, cocinaba, preparando la modesta merienda.

En la soledad, al recordar a Tónica, avergonzábase como el que ha cometido una acción punible; las palabras intencionadas que había deslizado en la conversación martilleábanle después los oídos, y tan pronto las consideraba ridículas como exageradamente audaces. ¡Dios mío...! ¡Qué dirá de esa chica!

Tónica mostrábase aturdida por la declaración. La presentía desde mucho tiempo antes, pero habla llegado a dudar de ella en vista de la timidez de aquel niño grande.

Tónica, con dulce coquetería, extendía sus manos, dejándoselas besar. Si alguna vez, al saltar un ribazo, quedaba al descubierto algo de su blanca media, veía cómo Juanito volvía a otro lado su mirada con cierta expresión de sorpresa y disgusto. La quería bien: estaba en el período de la adoración extática. Tónica era para él como esas vírgenes de cabeza hermosísima, que bajo la deslumbrante vestidura sólo tienen para sostenerse tres feos palitroques.

Pasaba el día pensando en su Tónica; abandonaba la tienda a las horas en que aquélla tenía que salir por algún encargo de sus parroquianas, y por la calle iba al lado de ella, orgulloso como un triunfador, temiendo que le viera la mamá y deseando al mismo tiempo encontrarse con sus hermanas, para que éstas aprendiesen «a distinguir» y no le tuvieran por un pazguato incapaz de tener novia.

Lo que Mr. Trousseau nos dice en seguida tratando de la medicacion tónica: que «estas analogías genéricas no impiden á cada especie del género, á cada indicacion de la especie, el tener su especificidad y su individualidad;» á lo que nosotros preguntarémos qué ha querido decir con esas fórmulas que afectan ó aparentan tener un rigor científico.

Juanito, a las tres de la tarde, había ido a ponerse en acecho cerca de la casa de Tónica, esperando que ésta saliese con Micaela para ver los altares. Una vecina le avisó que ya habían salido, y el joven lanzóse en su persecución, corriendo de uno a otro altar, sin conseguir encontrarlas.

Tónica se resistió a aceptar el paraguas de Juanito; no podía consentir que el joven se mojase por complacerla a ella; y en cuanto a ir los dos juntos bajo aquella cúpula de seda... sólo en pensarlo la producía rubor y hacía que echase su cuerpo atrás, como para huir de un peligro. Pero la expresión de angustioso ruego de Juanito pareció convencerla.

Adoraba a Tónica, criatura endeble y graciosa, tal vez por la fuerza del contraste; pero cuando estaba en su casa no podía librarse de la «querencia» a la cocina, como decía Rafael, y allá iba a echar su párrafo, sin pasar nunca de ahí, pues Juanito era casto.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando